La fiscal Fabiana León, quien tendrá a su cargo la acusación en el juicio oral por la Causa Cuadernos, restó importancia a las objeciones de los “arrepentidos” que dijeron haber declarado bajo presión del difunto juez Claudio Bonadio para no quedar detenidos.

León hizo hincapié en la declaración del empresario Mario Ludovico Rovella, quien antes de presentarse a indagatoria dejó asentado por escrito en una escribanía que iba a reconocer hechos de los que se confesaba ajeno por temor a quedar preso.

León descalificó “la intrascendencia probatoria o procesal del depósito de un documento por ante el escribano, pues amén de sólo certificar una fecha y una acción, ello nada dice ni prueba sobre la ‘coacción psicológica’ que alega haber sentido ante aquella citación”.

La fiscal descartó “la concurrencia de algún medio o signo ilícito de imposición u obligación a declarar de una determinada manera, con independencia de si ésta debía tratarse de un reconocimiento o no”.

“La respuesta es negativa; pues no constan -más allá de su subjetiva percepción- hechos concretos o específicos que denoten que se haya defendido -como dice- bajo ‘tormentos’, o incluso mediando una imposición”, señaló en un dictamen de una decena de páginas presentado ante el Tribunal Oral Federal número siete que tiene asignado el expediente.

No existió lesión alguna al derecho de defensa en juicio. Y ello se plasma en su propio acto de defensa material”, afirmó la fiscal al rechazar los planteos de Rovella, al que se adhirieron otros tres empresarios.