Yevgeny Prigozhin, catalogado por la prensa internacional como "el mercenario más poderoso de Rusia" anunció que su grupo Wagner seguiría luchando en Ucrania si sus hombres consiguieran una sección separada del frente, sin tener que depender de los "payasos" que dirigían franjas del ejército ruso.

Celebrando su cumpleaños número 62 el jueves en un campo de entrenamiento, Prigozhin también confirmó que sus hombres finalmente abandonarían la ciudad de Bakhmut, en el este de Ucrania, el 5 de junio después de entregarla al ejército ruso.

Los hombres del ejército privado Wagner capturaron la ciudad devastada a fines de mayo después de meses de guerra.

"Si toda la cadena (de mando) falla al 100% y solo está dirigida por payasos que convierten a la gente en carne, entonces no participaremos en ella", protestó Prigozhin, conocido por su comentario contundente, a menudo lleno de palabrotas, sobre el conducción de la guerra.

Leé: División en las heterogéneas filas de Rusia: un checheno versus Prigozhin

"Hermoso, ¿verdad?", comentó a los periodistas rusos con una sonrisa, mirando un cielo nocturno iluminado con explosiones y bengalas rojas contra las ráfagas de disparos automáticos de sus uniformados.

Luego se dedicó a una descripción detallada de las piernas ortopédicas que recibieron sus heridos, incluidos los que continuaron  luchando.

LEÉ:  La barbarie de la guerra desparrama dolor en Kiev

Descanso

Prigozhin aseguró que sus hombres se proponían descansar en campamentos en la Ucrania controlada por Rusia durante alrededor de un mes y luego las cosas se aclararían.

"Ha sido un año difícil. Luego veremos cómo va", evaluó.

El restaurador convertido en mercenario ganó notoriedad generalizada durante la guerra de 15 meses en Ucrania; insultó regularmente a los altos mandos militares del presidente Vladimir Putin, especialmente al ministro de Defensa Sergei Shoigu y al jefe del Estado Mayor General Valery Gerasimov, por su desempeño.

Ni Shoigu ni Gerasimov respondieron sus insultos en público.

"Carnicero de Putin"

Prigozhin, quien bromeó la semana pasada diciendo que su apodo debería ser "carnicero de Putin" en lugar de "chef de Putin", aclaró que había pedido a los fiscales que investigaran si altos funcionarios de defensa rusos habían cometido algún "delito" antes o durante la guerra en  Ucrania.