Massa juega al "tire y afloje", mientras aboga por un "candidato de unidad" y evalúa alternativas electorales
El ministro de Economía se convirtió en un protagonista estelar de la discusión electoral y, si bien parece probarse el traje de precandidato presidencial, desde su entorno plantean un llamativo plan B.
Sergio Massa jugó al fleje en los últimos días antes del Congreso del Frente Renovador. Apenas regresó de China, no solo retomó su agenda de actividades como ministro de Economía y volvió a ubicarse en el centro de la escena, sino que además llevó al límite la discusión electoral dentro del oficialismo.
Una de sus principales lugartenientes, la presidenta de la cámara de Diputados, Cecilia Moreau, planteó que el titular del Palacio de Hacienda podría renunciar a su cargo, al haber alcanzado -según dijo- un "nivel de hartazgo importante". Sus palabras, en un claro tono de advertencia interna, se interpretaron de inmediato como un tiro por elevación hacia quienes insisten, en la alianza gobernante, con dirimir candidaturas en las PASO, sobre todo la presidencial.
Esa primera decodificación política de los comentarios de Moreau resultó luego ratificada por una comunicación off the record que el massismo difundió a la prensa en vísperas de la convención que ese espacio realizó este sábado en Malvinas Argentinas, en la zona norte del Gran Buenos Aires. Desde el entorno del ministro dejaron en claro que el líder del Frente Renovador (FR) considera contraproducente que el oficialismo se someta a primarias el próximo 13 de agosto.
"Sería un error estratégico electoral, político y económico" ir a las PASO, dijeron, al considerar que un candidato de unidad, es decir, un único postulante para la Presidencia de la Nación, le permitiría al Frente de Todos (FdT) ser "más competitivo" en el cuarto oscuro frente a Juntos por el Cambio (JxC) y a la amenaza libertaria que supone Javier Milei. Si bien Massa jaló de la cuerda la semana pasada y ratificó su postura en la cumbre del FR, dejó en claro en el ex estadio DirecTV Arena que seguirá jugando por adentro y que si eventualmente hubiera internas en el oficialismo, allí estará su espacio compitiendo.
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En la alianza gobernante quien lidera el pelotón de funcionarios que promueven las PASO es justamente el mandatario Alberto Fernández, que en el ocaso de su gestión como jefe de Estado persigue el simbolismo de una victoria anecdótica frente al kirchnerismo y al massismo antes de regresar al llano con más penas que gloria, si es que logra en definitiva impulsar al FdT hacia unas PASO en agosto.
Es decir, al dejar sentada su postura en medio de la discusión electoral que se está produciendo en el oficialismo, el FR -al igual que los demás sectores del FdT que abogan por un "candidato de unidad"- le apunta especialmente al Presidente cuando ejerce presión hacia dentro del espacio gobernante. Mientras tanto, el jefe de Gabinete, Agustín Rossi, y el embajador argentino en Brasil, Daniel Scioli, resisten y siguen adelante con sus intenciones de competir en las primarias.
En este contexto, se avecina otra semana clave para el oficialismo en general y Massa en particular. El próximo miércoles 14 de junio, fecha límite para la presentación de alianzas electorales, se conocerá el índice de inflación de mayo pasado. En paralelo, está previsto que el Ministerio de Economía busque avanzar en las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI), en una coyuntura que encuentra a la Argentina inmersa en dificultades para cumplir con las metas pactadas en su reciente acuerdo con ese organismo.
La Gobernación bonaerense, una alternativa
Tras su viaje a China junto al líder camporista Máximo Kirchner, el titular del Palacio de Hacienda recobró centralidad política al regresar a la Argentina y se espera que mantenga un alto perfil en los próximos días: ¿para seguir probándose el traje de precandidato presidencial? Probablemente. Aunque en filas massistas existen quienes creen que competir este año por la Jefatura de Estado no sería la opción electoral más adecuada -de momento- para el líder del FR.
Según pudo averiguar Noticias Argentinas consultando fuentes del espacio, en el entorno de Massa algunos dirigentes señalan que el tigrense tendría que postularse para gobernador bonaerense en las próximas elecciones. Claro que primero en el FdT deberían persuadir al mandatario provincial Axel Kicillof para que salte el cerco y se lance a la carrera por la sucesión de Alberto Fernández en la Casa Rosada.
Por ahora, Kicillof se muestra firme en sus ambiciones de ir en busca de la reelección, incluso con un masivo respaldo de intendentes peronistas que rechazan el escenario de PASO en ese populoso y cardial distrito. Es decir, le bajan el pulgar a la precandidatura de la ministra de Desarrollo Social, Victoria Tolosa Paz, que con el impulso de Scioli pretende llevar a una interna al ex titular del Palacio de Hacienda.
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Sin embargo, en el massismo algunos consideran que Kicillof no luce por estos días lo suficientemente robusto como para asegurar un triunfo del oficialismo en la Provincia, donde se gana y se pierde por un voto -no existe allí la instancia de balotaje-. La misma fuente consultada por NA dijo, en este sentido, que Massa y Máximo Kirchner analizaron encuestas y diversos escenarios electorales durante el viaje que ambos compartieron por el Lejano Oriente, en busca de inversiones y, sobre todo, billetes para fortalecer las arcas del Banco Central.
En el entorno del tigrense, dirigentes que mantienen estrechos vínculos con el ministro de Economía estiman que si la jefa del FdT, Cristina Fernández de Kirchner, convence a Kicillof para que compita en la Nación -con el apoyo de gobernadores peronistas-, Massa podría expandir la base electoral del Justicialismo en la Provincia, atrayendo a votantes moderados, sobre todo llegado el caso de que Patricia Bullrich se imponga en la interna de JxC frente a Horacio Rodríguez Larreta.
Está claro que así como en el oficialismo miran la evolución de Milei en encuestas sobre intención de voto, también siguen de cerca el alboroto público y en continuado que protagonizan los principales referentes de JxC. En el massismo consideran que el griterío especialmente en filas del PRO repercute de inmediato, y en forma negativa para el partido amarillo, en sondeos de opinión: "La interna está haciendo caer a Juntos por el Cambio sostenidamente", afirman.
Espert activó la válvula de descompresión
En el mismo sentido se expresó, en diálogo con esta agencia, una fuente cercana al PRO. Admitió que generan dentro de ese espacio "mucha preocupación" los coletazos de la visceral disputa que vienen manteniendo "halcones" y "palomas" del macrismo de cara a las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO). "Lo último que desea el votante duro y blando de Juntos por el Cambio es que sus principales dirigentes se peleen en un contexto social y económico tan complicado", sostuvo, y agregó: "Las peleas públicas producen automáticamente una caída de la marca (JxC) en encuestas sobre intención de voto".
Por cierto, crujieron fuerte los cimientos de la alianza opositora en los últimos días, a causa de las fricciones internas debido al intento de los moderados -de Rodríguez Larreta y sus aliados- de sumar a la coalición al gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti, peronista, como Miguel Ángel Pichetto. Densos fantasmas de ruptura sobrevolaron JxC durante el comienzo de la semana pasada, por primera vez con tanta intensidad desde la derrota electoral de Cambiemos en 2019, aunque en gran medida se disiparon con la aprobación del ingreso de José Luis Espert.
La llegada del líder de Avanza Libertad activó la válvula de descompresión y oxigenó la atmósfera puertas adentro en JxC. Incluso Espert se tomó una fotografía con Bullrich, a quien podría perjudicar en las urnas en agosto próximo -dado su perfil más "halcón" que "paloma"- en el caso de que insista en presentarse como precandidato presidencial. De todos modos, aún está en discusión qué rol cumplirá el economista y diputado nacional en las campaña electoral que se avecina.
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Sí está claro que su misión consistirá en interpelar, al menos discursivamente, al eventual votante de Milei, en busca de seducirlo para que respalde a Juntos por el Cambio. La fuente cercana al PRO consultada por Noticias Argentinas sostuvo, asimismo, que el dirigente libertario si bien crece en las encuestas a partir de las peleas en JxC, cuando las aguas se calman en la coalición opositora se desinfla la intención de voto que reúne el líder de La Libertad Avanza. "La tendencia que tenemos de él es a la baja", acotó.
Superado de momento el barullo en torno de Schiaretti -aunque el larretismo no descarta sellar una alianza con el "Gringo" más adelante, después de este primer intento fallido-, generan cierta expectativa en filas del partido amarillo los próximos pasos que pueda llegar a dar el ex presidente Mauricio Macri, tras su exitosa cruzada para vetar la ampliación de JxC con el desembarco del mandatario cordobés.
En el ámbito de los moderados dentro de la alianza opositora, algunos esperan que Macri salga a respaldar públicamente a Bullrich en el corto plazo y al mismo tiempo se frotan las manos al observar los elevados niveles de imagen negativa que el líder del PRO acumula, por ejemplo, en el Conurbano bonaerense: "Va a ser un dilema para Patricia, mostrarse o no con él. Habrá que ver cómo diseña finalmente su campaña", dijo a NA la fuente vinculada con el partido amarillo.
Finalmente, otro vocero del PRO sostuvo que JxC se encuentra inmerso en un escenario en el que "todos tensionan", como sucede también en el FdT, con el massismo amenazando con la posibilidad de que el ministro de Economía abandone el Gobierno: "A nosotros nos pasa con los radicales, que presionan y tiran de la soga, pero después si llegás a ser Gobierno terminan negociando un par de ministerios y de secretarías para ubicar ahí a la gente de ellos", manifestó en una charla de café con esta agencia.