El ex ministro de Justicia y Seguridad porteño Marcelo D'Alessandro se ausentó por segunda vez consecutiva a la reunión de la comisión de Juicio Político a la que había sido citado como testigo en el marco de la investigación por supuesto tráfico de influencias y connivencia entre la Corte Suprema de Justicia y el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires en el fallo por la coparticipación.

El cuerpo de trabajo presidido por la entrerriana Carolina Gaillard había convocado al ex funcionario porteño el martes pasado, pero éste adujo razones "en el plano personal" y se excusó de concurrir a la audiencia testimonial del juicio político a los integrantes del máximo tribunal, pidiendo una reprogramación.

Con este segundo faltazo, el cuerpo de trabajo dispuso que volverá a ser convocado pero esta vez bajo apercibimiento de que si no comparece se lo considerará un testigo reticente y se pedirá su desafuero para llevarlo al Congreso por la fuerza pública.

A modo de protesta por el supuesto hostigamiento oficialista al vocero de la presidencia de la Corte Suprema, Silvio Robles, en la audiencia del martes pasado, y con información anticipada de que ningún testigo citado iba a concurrir a la audiencia, los diputados de la oposición tampoco se hicieron presentes en la sala 2 del edificio anexo de la Cámara baja, donde se lleva adelante el juicio político. 

Robles había sido convocado precisamente a raíz de las filtraciones de conversaciones de chat (que incluyen audios de voz) que mantuvo tiempo atrás con D'Alessandro, de las cuales surgieron indicios de una presunta trama de tráfico de influencias entre el máximo tribunal de Justicia y el Gobierno de la Ciudad que fue punta clave para beneficiar a éste última en el pleito por la coparticipación.

Durante su presentación, la mano derecha de Horacio Rosatti evitó responder la mayoría de las preguntas formuladas por el oficialismo amparándose en el artículo 8 inciso B del reglamento de la Justicia Nacional y el artículo 18 de la Constitución Nacional.

Desde el Frente de Todos juzgaron la actitud del testigo como "reticente" y la propia Gaillard anunció al comienzo de la reunión que a través de una nota formal solicitará "acciones disciplinarias" contra el funcionario judicial por presunto "falso testimonio".

Tampoco asistieron los otros testigos citados a la audiencia: Ignacio Mahiques, actual camarista de la Ciudad y ex fiscal, el procurador general de la Ciudad de Buenos Aires, Gabriel Astarloa, y Miguel Federico De Lorenzo, funcionario de la Secretaría de Jurisprudencia de la Corte Suprema.

En el cierre de la reunión, que duró apenas 40 minutos debido a las ausencias de los testigos, el oficialismo resolvió enviar a la Justicia el informe preliminar de la investigación sobre las presuntas anomalías en el funcionamiento de la Obra Social del Poder Judicial de la Nación (OSPJN). 

La ausencia de la oposición y Robles como testigo


Al tomar la palabra, el diputado del Frente de Todos Leopoldo Moreau negó que Robles haya sido hostigado o maltratado por el oficialismo como acusó la oposición, y en cambio apuntó contra el testigo por haber "ocultado deliberadamente información" en una conducta "reticente" que "entorpece y obstruye la labor" de investigación. 

“En todo caso la que fue maltratada fue la comisión que fue agraviada por un testigo que pretendió no solamente entorpecer nuestra labor sino además desmerecerla”, consideró el radical kirchnerista, uno de los principales alfiles del oficialismo en el juicio político a la Corte.

Moreau recordó que para resistirse a contestar las preguntas de los diputados, Robles se amparó en el artículo 8 inciso b del reglamento de la Justicia Nacional, una argucia que ni siquiera otros funcionarios de “mucha más jerarquía” desfilaron como testigos en la comisión tuvieron la osadía de invocarla.

“El que tuvo una actitud de desprecio, de ninguneo hacia las preguntas que los diputados con toda legitimidad formulaban fue el propio testigo”, insistió.

A la hora de calificar el lugar que jugó Robles en esta red de tráfico de influencias, sostuvo que desempeñó “un rol relevante en la articulación de las sentencias de coparticipación y Consejo de la Magistratura, y ha sido un eslabón fundamental” de este engranaje.

Y agregó que Robles adelantó “información privilegiada y prematura a una de las partes en el juicio que era el gobierno de la Ciudad”.

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En tanto, Moreau criticó a la oposición por su ausencia y la asoció al hecho de que en la reunión anterior “esta comisión ha tocado un nervio sensible que fue la convocatoria a Silvio Robles”.

Sobre el comportamiento de Juntos por el Cambio, el diputado oficialista habló de “un claro intento mediático de victimizar al testigo”.

“No hay que disimular la ausencia de los diputados de la oposición, porque tiene que ver con el hecho de que el avance del juicio político no solamente ha ido demostrando y confirmando la existencia de gravísimas anomalías en el funcionamiento de la Corte sino que nos ha ido llevando a descorrer el velo de una situación que es muy grave desde el punto de vista institucional porque estamos hablando de una de las cabezas de los poderes del Estado”, siguió.

Según dijo, las sentencias negociadas por la Corte “efectivamente pusieron de manifiesto que  estamos bajo la cabeza de un Poder Judicial que se ha manejado con intrigas, con arbitrariedades, con fallos contra derecho, con fallos facciosos que han sido dictados en favor de una fuerza política de manera indisimulable, con arbitrariedades que incluso han lesionado gravemente el reglamento del Poder Judicial y la historia de la doctrina del Poder Judicial”.