Leonid Volkov, antiguo aliado del líder opositor ruso fallecido Alexei Navalny, fue atacado con un martillo el martes en Vilna, capital de Lituania, según declaró Kira Yarmysh, ex portavoz de Navalny.

"Volkov acaba de ser agredido frente a su casa. Alguien rompió la ventanilla de un coche y le roció gas lacrimógeno en los ojos, tras lo cual el atacante empezó a golpear a Leonid con un martillo", escribió en la red social X.

Por el momento se desconoce al agresor, pero Volkov aseguró que el ataque ocurrió por motivos políticos. 

El presidente de Lituania acusó a Rusia por el grave ataque contra Volkov. Gitanas Nausėda definió el hecho como un atentado previamente planeado vinculado con otras provocaciones rusas.

El mandatario apuntó contra el presidente ruso Vladímir Putin: “Aquí nadie te tiene miedo”. 

El canciller de Lituania, Gabrielius Landsbergis, dijo que “los perpetradores tendrán que responder por su crimen”.

La policía lituana afirmó haber sido informada de que un hombre había sido golpeado frente a su casa, y que los oficiales estaban investigando, según reportó la agencia de noticias Reuters.

Gran parte del órgano político de Navalny, la Fundación Anticorrupción, que incluye a Volkov, reside en Lituania, miembro de la Unión Europea y la OTAN, tras huir de Rusia.

 "Se propusieron varias teorías y cuando la situación esté más clara podremos proporcionar más información", destacó el subcomisario de policía Saulijus Tamulevicius a la radio LRT.

Otro integrante del equipo de Navalny (fallecido el pasado 16 de febrero),  Ivan Zhdanov, difundió imágenes de Volkov en las redes sociales que reflejaban las heridas que sufrió el hombre exiliado en Lituania: hematomas en la cabeza y la parte inferior de la pierna izquierda ensagrentada.

Cuando se le preguntó a Zhadov si el sujeto gritó algo, contestó: "Todo ocurrió en silencio... por supuesto, este es un claro ataque político, no hay duda aquí".

Las heridas que sufrió Volkov. Foto NA: redes sociales
Las heridas que sufrió Volkov. Foto NA: redes sociales

La mujer de la víctima, que también integra el equipo de Navalny, manifestó que su esposo había vuelto a su casa del hospital con el brazo roto y agregó que no podía caminar a raíz de los golpes en la pierna izquierda.

"Todos trabajaremos aún más. Y con una ira aún mayor", publicó Anna Biryukova en su cuenta de X.

El hombre de 43 años, que vivió fuera de Rusia algunos años por su propia seguridad, trabajó como jefe personal de Navalny hasta que el líder opositor ruso murió en la cárcel del Ártico el pasado 16 de febrero.