Ucrania se quejó de que Hungría ignoró sus solicitudes de contacto con los prisioneros de guerra. 

Según Kiev, fueron transferidos en secreto desde Rusia y calificó la medida como un acto de interés propio por parte del primer ministro Viktor Orban.

Hungría, que bajo Orban forjó fuertes lazos políticos y económicos con Rusia y no los cortó desde que Moscú invadió Ucrania hace 16 meses, informó el 9 de junio que había recibido de Rusia a un grupo de 11 prisioneros de guerra ucranianos.

"Todos los intentos de los diplomáticos ucranianos en los últimos días de establecer contacto directo con ciudadanos ucranianos han  fracasado", dijo el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Ucrania, Oleg Nikolenko, en su página de Facebook.

Y amplió: "Esto, así como la información recibida de los familiares de algunos de ellos, indica que las garantías de las autoridades húngaras sobre el supuesto estatus libre de los defensores ucranianos en Hungría no son ciertas".

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El Ministerio de Relaciones Exteriores de Hungría no respondió a las solicitudes de comentarios de la agencia de noticias Reuters.

Los medios húngaros e internacionales citaron al jefe de personal de Orban, Gergely Gulyas, diciendo el lunes que los soldados llegaron a Hungría "por su propia voluntad" y que Kiev fue informada después de su traslado. 

"También pueden abandonar el país libremente en cualquier momento por su propia voluntad, no los controlamos ni los monitoreamos", añadió.