Las autoridades ucranianas prosiguieron el sábado con su campaña de retirada de monumentos de la era soviética y desmantelaron una estatua de un comandante del Ejército Rojo en un céntrico bulevar de la capital, Kiev.

Ucrania redobló sus esfuerzos por borrar todo rastro de la dominación rusa en medio de la invasión a gran escala de las tropas del Kremlin, que se acerca ya a los dos años.

El sábado, trabajadores municipales levantaron cuidadosamente del pedestal la imponente estatua de Mykola Shchors, comandante de campo soviético durante la Guerra Civil rusa.

Los espectadores se detuvieron para observar y fotografiar cómo una grúa gigante bajaba la estatua de Shchors montado a caballo a un camión de plataforma.

"Tenemos que educar a nuestros jóvenes para que conozcan nuestra historia", dijo Zoya Kobyliukova, de 82 años, que describió al comunismo como una "utopía" que llevó a la muerte a muchas personas. "Están haciendo lo correcto al sacar esta estatua".

El concejal de Kiev Leonid Yemets dijo a Reuters que la estatua sería trasladada a un museo.

Las autoridades del puerto ucraniano de Odesa, en el Mar Negro, desmantelaron el año pasado una estatua de Catalina la Grande tras una campaña de activistas que duró meses.

Miles de calles y asentamientos ucranianos también cambiaron de nombre en los últimos años como parte de una campaña lanzada tras la Revolución del Maidán de 2014, que derrocó a un líder prorruso.