El ministro de Relaciones Exteriores de Turquía, Hakan Fidan, instó a Suecia a tomar medidas concretas para impedir la quema del Corán, informó una fuente de la cartera.

Suecia y Dinamarca fueron escenario en las últimas semanas de varias protestas en las que se procedió a dañar o qumar ejemplares del Corán, lo que causó indignación entre los musulmanes. La embajada sueca en Bagdad fue asaltada e incendiada por manifestantes furiosos.

Durante una llamada telefónica,  Fidan advirtió a su homólogo sueco, Tobias Billstrom, que era inaceptable que se siguieran cometiendo "actos viles" bajo el pretexto de la libertad de expresión, según la fuente.

El primer ministro sueco, Ulf Kristersson, declaró que había mantenido conversaciones con la primera ministra danesa, Mette Frederiksen, y que estaban de acuerdo en que la situación era peligrosa.

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"Tenemos que tomar medidas para reforzar nuestra capacidad de resistencia", admitió Kristersson en una publicación en Instagram.

El gobierno sueco informó este mes que examinaría si podía cambiar la Ley de Orden Público de Suecia para dar a la Policía la posibilidad de detener manifestaciones que amenazaran la seguridad del país.

"En última instancia, se trata de defender nuestras sociedades libres y abiertas, nuestra democracia y el derecho de nuestros ciudadanos a la libertad y la seguridad", señaló Kristersson, en tanto que Billstrom declinó hacer comentarios, según informó la agencia de noticias Reuters.

A su vez, el ministro de Relaciones Exteriores de Dinamarca, Lars Lokke Rasmussen, declaró a la radiotelevisión nacional que el gobierno trataría de encontrar "una herramienta legal" que permitiera a las autoridades impedir la quema de ejemplares del Corán frente a las embajadas de otros países.

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