En una declaración vertida junto a su par rumano, Klaus Iohannis, Lula afirmó que el Gobierno brasileño "condena la violación territorial" de Ucrania por parte de Rusia.

A su vez, el mandatario brasileño reiteró su llamado a que se negocie el fin del conflicto. "Al mismo tiempo que mi Gobierno condena la violación territorial de Ucrania, defendemos una solución política negociada", expresó.

Lula también insistió en que se ponga en marcha "urgentemente" la creación de un grupo de países que contribuyan a que Rusia y Ucrania se sienten a la mesa para negociar la paz.

Durante el lunes, portavoces de Estados Unidos y la Unión Europea criticaron a Lula por haber dicho que los miembros de la OTAN están contribuyendo a alargar la guerra.

John Kirby, uno de los portavoces de la Casa Blanca, quien acusó a Lula de estar "repitiendo como un loro" la propaganda de Rusia y China sobre la guerra en Ucrania sin haberse parado a estudiar "los hechos".

"Es profundamente problemática la forma en la que Brasil ha abordado este tema, tanto de manera sustantiva como de manera retórica, al sugerir que Estados Unidos y Europa de alguna manera no están interesados en la paz o que comparten responsabilidad por la guerra", expresó Kirby.

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El asesor de Lula para asuntos internacionales, Celso Amorim, tachó hoy de "absurdas" las declaraciones del portavoz de la Casa Blanca.

En una entrevista al canal de televisión Globonews, Amorim recalcó que Brasil ha mantenido históricamente una posición de "no alineamiento" con las potencias, lo cual, según aclaró, no se debe confundir con la neutralidad.

Además, Lula fue criticado por el gobierno ucraniano, ya que el vocero de la Cancillería de ese país, Oleg Nikolenko, advirtió que el presidente de Brasil "pone el mismo nivel a víctima y agresor", mientras ataca a los países que ayudan a Ucrania a defenderse de "una agresión asesina".

Nikolenko pidió al presidente de Brasil "comprenda las causas reales y la esencia" de la guerra en Ucrania, que comenzó con la invasión rusa en febrero de 2022.

La semana pasada, durante su viaje por China y Emiratos Árabes Unidos, Lula afirmó que EE.UU. debería dejar de "incentivar" la guerra y "comenzar a hablar de paz", así como la Unión Europea, e insistió en señalarles por estar "contribuyendo" a la continuidad de la misma mediante el envío de armas al Gobierno de Ucrania.

Brasil condenó en la ONU la invasión de Ucrania, pero también se alineó con las posiciones de Rusia al votar a favor de una investigación del ataque al gasoducto Nordstream, ocurrido en septiembre pasado

Asimismo, semanas atrás, Lula sugirió que para una solución pacífica Rusia debería renunciar a mantener territorio ocupado durante la invasión que comenzó en marco 2022, aunque observó con una vara opuesta a la península de Crimea, anexionada por Moscú en 2014, a la que consideró que Kiev debería renunciar.