El Ministerio de Defensa de Taiwán denunció el 7 de abril que unos 15 aviones de combate, entre ellos 12 cazas, sobrevolaron su zona de identificación de defensa aérea, por lo cual se activó un operativo para advertir a los pilotos chinos.

Por su parte China, mantiene que seguirá con los ejercicios militares cerca de Taiwán y agregó el rastreo de un buque estadounidense cruzando por el estrecho de Taiwán, según informa el sitio France24.com 

 La situación, que ocurre por segunda vez en menos de un mes y tercera en lo que va de año, elevó la tensión entre los gobiernos de Beijing y Taipéi al tiempo que incrementó la preocupación en los Estados Unidos, un aliado de Taiwán. 

Joseph Wu, ministro de Relaciones Exteriores taiwanés, indicó que están dispuesto a luchar hasta el final en caso de ser atacados por China y reiteró la preocupación de aliados como Japón y los Estados Unidos por las maniobras militares que está ejecutando el Gobierno de Beijing cerca del territorio de Taiwán. 

"Estamos dispuestos a defendernos y no hay duda de que libraremos una guerra si tenemos que librarla, y si tenemos que defendernos hasta el último día lo haremos. Estamos dispuestos a elevar nuestro presupuesto de defensa, a reorganizar nuestro Ejército o a tratar de reforzar nuestras fuerzas de reserva", dijo Wu durante una rueda de prensa. 

Los ejercicios militares chinos, que se desarrollan cerca de la isla Orquídea del condado de Taitung, se presentan justo cuando Taiwán se alista para iniciar sus rondas de pruebas de misiles y las jornadas de ejercicios militares previstas para julio. 

"Ante el expansionismo chino de su autoritarismo, Taiwán está en la primera línea. Y tenemos que protegernos, proteger nuestra soberanía e integridad territorial, y al mismo tiempo entender que tenemos la responsabilidad de proteger la democracia y la libertad. Taiwán es un lugar libre y necesitamos garantizar que sigue siendo libre", dijo el ministro. 

En Occidente, específicamente en los Estados Unidos, crece la preocupación por las maniobras militares chinas. Por mucho tiempo, el Gobierno estadounidense se ha comprometido a ayudar en la defensa de Taiwán, pero no ha dejado claro hasta dónde podría llegar en caso de un ataque chino. 

Ned Price, portavoz del Departamento de Estado estadounidense, expresó este 7 de abril la preocupación existente en la Administración de Joe Biden por lo que calificó una “táctica intimidatoria” de parte de China en la región. 

"Nuestro compromiso con Taiwán es sólido como una roca, creemos y sabemos que contribuye al mantenimiento de la paz y la estabilidad en todo el estrecho de Taiwán y también dentro de la región. Hemos tomado nota, con gran preocupación, del patrón de los esfuerzos e intentos de intimidación en curso de la República Popular China en la región, incluso en el contexto de Taiwán (…) Como se refleja en la Ley de Relaciones con Taiwán, Estados Unidos mantiene la capacidad de resistir cualquier recurso a la fuerza u otras formas de coerción que pongan en peligro la seguridad o el sistema social o económico del pueblo de Taiwán”, dijo Price en su discurso. 

Taiwán, una isla que se encuentra ubicada a 180 kilómetros al este de China, cuenta con poco reconocimiento internacional como nación independiente. Por su parte, China la reclama como una de sus provincias y ha establecido el principio de ‘un país, dos sistemas’ (el mismo empleado para Macao y Hong Kong), por otro lado una parte de la población taiwanesa espera su independencia. 

La tensión entre Beijing y Taipéi se remonta a 1949, con el fin de la guerra civil china, pero la misma se incrementó desde 2016 cuando en Taiwán asumió el poder la independentista Tsai Ing-wen. Durante el mandato de Donald Trump, Estados Unidos priorizó sus relaciones con Taiwán y aumentó la venta de armas.