El Gobierno de Rusia gastó unos 300 millones de dólares a partir de 2014 para influir en políticos y funcionarios de unos 20 países, según un informe difundido por el Departamento de Estado estadounidense.

Se trata de un cable elaborado por las agencias de inteligencia estadounidenses que refiere a iniciativas encubiertas de Rusia para apoyar gobiernos y partidos políticos afines a Moscú.

La información difundida por la agencia AP no especifica casos puntuales, pero señala que Estados Unidos brindó información específica a países involucrados.

Tampoco se difundió información sobre el caso de Estados Unidos, donde existe que el presidente Vladimir Putin jugó a favor del ex mandatario republicano Donald Trump en su carrera frente al demócrata y actual titular de la Casa Blanca, Joe Biden.

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Asimismo, no se conocieron datos sobre el dinero empleado en Ucrania, donde el presidente Voldímir Zelenski acusó por mucho tiempo a Rusia de entrometerse en la política local.

Una fuente citada por la misma agencia, señala que Moscú ha influido en recientes elecciones de Albania, Bosnia y Montenegro, países de Europa del Este, la región que estuvo muchos años bajo la influencia primero soviética.

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Siempre de acuerdo con el mismo cable, mientras otros países intentan propiciar en el extranjero iniciativas afines, Rusia apeló al uso de organizaciones ficticias para girar dinero a políticos de su preferencia: Esa acción incluyó grupos en Europa y empresas estatales en Centroamérica, Asia, Oriente Medio y norte de África.

El vocero del Departamento de Estado, Ned Price, dijo que la financiación encubierta de Rusia es un “ataque a la soberanía”. “Es un intento de mermar la capacidad que tienen los pueblos de todo el mundo de elegir los gobiernos que consideran más adecuados para representarlos, para representar sus intereses y sus valores”, agregó.