Los jueces de la causa por los atentados en Francia en 2015 llegarán a un veredicto final luego de seis años de espera en donde los familiares de las 133 víctimas fatales se resguardan entre el dolor y el recuerdo.

Aquella noche del miércoles 13 de noviembre de 2015 todo transcurría con normalidad, pero una seguidilla de explosiones en diversos puntos de París revolucionó la ciudad. La sala de música Bataclan, seis bares, restaurantes y el perímetro del estadio deportivo Stade de France fueron los objetivos de los islamistas.

Allí 133 personas murieron y decenas resultaron heridas, que quedaron bajo un recuerdo doloroso y de incertidumbre que hoy podría llegar a su fin. Salah Abdeslam es el principal sospechoso y esta tarde podría recibir una pena de prisión perpetua.

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Se conocerá el veredicto por los atentados en Francia que dejaron 133 muertos
Bataclan se convirtió en un lugar de homenaje tras los atentados

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Según las pericias el hombre no pudo detonarse en el Stade de France ya que su chaleco suicida no funcionó de manera correcta y por ello decidió huir. En plena madrugada y mientras se escondía fue recogido por amigos que llegaron desde Bélgica y ahora algunos de los partícipes serán acusados de cómplices ya que lo ayudaron en su fuga.

Los otros nueve terroristas que fueron protagonistas de los atentados que dispararon y bombardearon bares, cafés del barrio XI de Paris, el estadio nacional de fútbol y la sala Bataclan, fueron asesinados en esa misma noche o en el raid delictivo que duró cinco días.

ISIS se adjudicó los atentados y sostuvo que Salah era el décimo miembro de las unidades de ataque. Al principio el principal sospechoso expresó su orgullo por ser parte del estado islámico, pero durante el juicio dio marcha atrás en su estrategia y pidió perdón a los familiares: "Cometí errores, es cierto, pero no soy un asesino, no soy un asesino".

Pese a ser el único sobreviviente del ataque suicida, Salah manifestó en reiteradas oportunidades que fue decisión propia no detonar su chaleco explosivo y por eso este lunes le pidió al tribunal que no le imponga una sentencia dura.

Este miércoles los miembros del tribunal comenzaron la deliberación en un cuartel en la Ile-de-France. Para protección se trata de un lugar secreto y seguro, del que solo pueden salir para leer su decisión.

Las familias de las víctimas sostienen que esperan un juicio que termine con el final correspondiente y que desde ese momento se haga justicia sin odio.