Por segundo día consecutivo, en varias zonas de Afganistán los civiles protestaron en reclamo del respeto a los Derechos Humanos y la inclusión de las mujeres en el nuevo Gobierno talibán.

Las movilizaciones se dieron a pesar de que el nuevo régimen prohibió las marchas no autorizadas, indica la prensa internacional.

El malestar creció tras el anuncio del nuevo gabinete en el que se nombraron personalidades de la 'vieja guardia' talibán y que no contempla la participación de la mujer.

Las provincias de Badakhshan, Ghazni, Parwan y Takhar fueron escenario de las manifestaciones, consigna el sitio France24.com

El nuevo ministro del Interior, Sirajuddin Haqqani, por cuya captura los Estados Unidos ofrecen recompensa, anunció por medio de un  comunicado que todas las protestas deben solicitar una "autorización" con 24 horas de anticipación. 

A pesar de las restricciones, las movilizaciones en Kabul fueron impulsadas por mujeres que buscaron alzar su voz y retar al nuevo Gobierno que no solo las excluye de los cargos públicos, sino que también ha comenzado a restablecer restricciones del pasado.

Las mujeres fueron motivadas, en parte, por el anuncio de Zainab Mazari, la hija del líder chiita Abdul Ali Mazari, quien dio su respaldo al Frente de Resistencia Nacional de Panjshir, opositor del control talibán.

Las protestas también demandaron al nuevo Gobierno reactivar la economía del país que enfrenta una fuerte inflación y a revertir la escasez de alimentos agravada por la sequía. 

El pedido de las protestas de mayor libertad de expresión se ve contrastado con la detención de varios periodistas por parte de los talibanes.

Las denuncias, publicadas a través de las redes sociales, apuntan a que al menos seis periodistas fueron arrestados.

Además, el periódico local Etilaatroz informó en una publicación que dos reporteros fueron "brutalmente golpeados tras ser detenidos por los talibanes".

"En las cabezas, rostros y cuerpos de estos dos reporteros se aprecian marcas de látigos y cables", detalló. 

El diario agregó que "los reporteros dicen que los llevaron a cada uno a cuartos separados y luego los azotaron. Taqi Daryabi y Nematullah Naqdi fueron trasladados al hospital para recibir tratamiento".

Igualmente, el medio de comunicación anotó a través de un tuit que "Human Rights Watch (HRW) dijo que funcionarios talibanes en Afganistán detuvieron y acosaron a periodistas e impusieron nuevas restricciones al trabajo de los medios de comunicación. Los talibanes deben detener los ataques".

El anuncio del nuevo Gobierno sembró incertidumbre en las mujeres del país y en las organizaciones protectoras de sus derechos en diferentes partes del mundo. 

Las organizaciones alertan el peligro de la instauración de las leyes que restringían a las mujeres en la década de los noventa, la última vez que los talibanes estuvieron en el poder. 

Heather Barr, de Human Rights Watch (HRW), quien ha trabajado con mujeres en Afganistán durante más de seis años, afirmó que "el   restablecimiento de este ministerio sin duda aumentará los temores de que la mayoría de los viejos abusos regresen".

A pesar de que los talibanes se han comprometido a "proteger" los derechos de las mujeres, los defensores de derechos humanos alertaron de un retroceso en la participación en la vida pública de las mujeres. Antes de la instauración del nuevo Gobierno talibán, las mujeres ocupaban casi el 30% de los escaños del Parlamento.

Asimismo se había creado un ministerio de Asuntos de la mujer en 2001, que velaba por la protección de sus derechos. 

Hasina Safi, quien dirigió esa cartera en 2020, afirmó en su cuenta de Twitter que "es muy decepcionante no ver a ninguna mujer  representante".

"La participación de las mujeres es un componente importante de una gobernanza eficaz", añadió.

Algunas de las mujeres que salieron a las calles en Kabul el martes se enfrentaron a la represión por parte de los talibanes, que  dispararon al aire para dispersar las protestas.

"No somos una manada de animales o un grupo de analfabetos que necesitarían hombres con porras para protegernos y guiarnos", indicó a Reuters Sharifa Qayumi, estudiante de 23 años que asistió a las protestas en Kabul.

Paralelamente, varias potencias mundiales han sido enfáticas en la necesidad de que los talibanes cumplan con sus promesas de
respetar los derechos humanos y especialmente, los de las mujeres.

Por ahora, el portavoz talibán dijo el martes que "en el futuro, cuando las cosas se calmen, habrá la posibilidad de tener mujeres en puestos ministeriales también".