Armenia informó este martes que cuatro de sus soldados murieron por fuego azerbaiyano a lo largo de la frontera fuertemente militarizada, el primer incidente fatal desde que comenzaron a negociar un acuerdo para poner fin a más de 30 años de guerra intermitente.

Los intercambios fatales fueron comunes a lo largo de la frontera cerrada, de aproximadamente 1.000 kilómetros (621 millas) desde 1988, cuando Armenia y Azerbaiyán entraron en guerra por primera vez por la región separatista de Nagorno-Karabaj, pero la situación se había calmado en medio de conversaciones de paz en los últimos meses.

El incidente del martes fue el mayor desde que cientos de personas murieron cuando Azerbaiyán retomó Karabaj en septiembre, lo que provocó un éxodo de la población étnica armenia de la región.

El Ministerio de Defensa de Armenia comunicó que los cuatro soldados habían muerto y otro resultó herido en un puesto de combate cerca de la aldea de Nerkin Hand, en el sur de aquel país.

El servicio fronterizo de Azerbaiyán confirmó que había organizado una "operación de venganza" por una "provocación" que, según precisó, las fuerzas armenias habían cometido el día anterior.

"El liderazgo militar y político de Armenia es totalmente responsable del incidente", dijo, y agregó que futuras provocaciones enfrentarían medidas más serias.

El Ministerio de Defensa de Azerbaiyán abundó que las fuerzas armenias dispararon el lunes por la noche contra posiciones de Bakú a lo largo de una sección noroeste de la frontera, a unos 400 kilómetros (250 millas) de Nerkin Hand pero Armenia negó el incidente.

En una declaración, el embajador especial de Armenia, Edmon Marukyan, acusó a Azerbaiyán de "comportamiento criminal y agresivo" y enfatizó que Bakú quería un pretexto para atacar a las fuerzas armenias.

El Kremlin, que está formalmente aliado de Armenia pero también tiene estrechos vínculos con Azerbaiyán, pidió moderación a ambas partes. 

Un contingente ruso de mantenimiento de la paz permanece en Karabaj y sus guardias fronterizos ayudan a patrullar las fronteras de Armenia.

La región de Nagorno-Karabaj en Azerbaiyán tenía una población mayoritariamente étnica armenia que obtuvo la independencia de facto después de una larga guerra durante el colapso de la Unión Soviética.

Pero en septiembre Azerbaiyán retomó Karabaj en una ofensiva relámpago, lo que provocó un rápido éxodo de casi todos los 120.000 armenios del territorio y un renovado impulso de ambas partes para llegar a un acuerdo que pusiera fin al conflicto.

Tanto Armenia como Azerbaiyán afirmaron que quieren firmar un tratado de paz, pero no están de acuerdo en cuestiones como la demarcación precisa de su frontera y el control de varios enclaves territoriales pequeños.

Azerbaiyán también quiere un corredor de transporte libre de aduanas a través del territorio armenio, que conecte el territorio continental de Azerbaiyán con su enclave de Nakhichevan. 

Armenia pretende conservar el control sobre cualquier enlace de transporte en su territorio.

En los últimos meses las conversaciones parecieron estancarse, y ambas partes acusaron a la otra de sabotear el proceso diplomático.

Por Félix Light y Nailia Bagirova, de la agencia de noticias Reuters