Muchos de los cientos de migrantes que cruzaron el Río Grande desde Ciudad Juárez hacia El Paso esta semana formaban parte de un grupo
secuestrado en México cuando se dirigían a los Estados Unidos, según nueve inmigrantes entrevistados por la agencia de noticias Reuters.

El testimonio de los nueve migrantes sugiere que hubo múltiples secuestros durante varios días en el estado norteño de Durango, con personas llevadas a al menos dos lugares principales y retenidas contra su voluntad mientras se exigían rescates.

Los secuestros son un claro recordatorio de los peligros que enfrentan los migrantes mientras viajan por México, atravesando áreas plagadas de violencia de drogas y un estado de derecho débil.

La mayoría de los migrantes secuestrados eran nicaragüenses, que dejaron dejado su tierra natal en cantidades cada vez mayores para  solicitar asilo y buscar mejores oportunidades económicas en los Estados Unidos, alentados por el conocimiento de que es poco probable que sean deportados de inmediato debido a las frías relaciones entre su gobierno y Washington.

Los incidentes parecen comprender uno de los secuestros masivos más grandes conocidos en México en los últimos años, comentó Stephanie Leutert, experta en inmigración de la Universidad de Texas en Austin.

Cuatro migrantes dijeron que personas con uniformes de policía detuvieron los autobuses en los que viajaban e intentaron extorsionarlos por entre 200 pesos ($ 10) y 5,000 pesos ($ 255), antes de que hombres armados llevaran autobuses completos a propiedades cercanas donde los retuvieron contra sus voluntad. 

La oficina de seguridad del estado de Durango aclaró que no había recibido denuncias de policías estatales involucrados en el secuestro y que los municipios eran responsables de sus propios agentes.

La oficina del fiscal de Durango indicó ijo que no abrió una investigación porque no recibió ninguna denuncia, pero confirmó que se realizaron rescates el 5 y 7 de diciembre. 

En un incidente, el Instituto Mexicano de Migración (INM) informó que junto con el Ejército y la Guardia Nacional había liberado a más de 250 personas de una propiedad en la localidad de Ciudad Lerdo, Durango, el 5 de diciembre. 

La Guardia Nacional confirmó los detalles en un comunicado separado. 

En otro incidente, seis inmigrantes con los que habló Reuters describieron que habían estado cautivos durante varios días.

Dos de ellos especificaron que fueron rescatados junto con cientos de otros migrantes por la policía federal mexicana el 7 de diciembre y luego comenzaron a caminar hacia el norte por las carreteras.

Fernando Reverte, presidente de Mapimí, municipio por donde pasaron los migrantes tras su captura y liberación, afirmó que el grupo de  migrantes secuestrados sumaba unos 1.500. 

Mario Rizo, uno de los migrantes que denunció el secuestro, sugirió que su autobús fue detenido en la zona de las ciudades aledañas de Gómez Palacio y Lerdo por personas en una patrulla de la policía municipal.

Otros dos migrantes también confirmaron que vieron a personas con uniformes de policías municipales durante el secuestro. 

El jefe de la unidad de seguridad pública en Gómez Palacio, Iván Torres, confirmó que al menos 300 personas habían sido rescatadas el 7 de diciembre de un sitio rural en el área pero que sus oficiales no habían estado involucrados en el secuestro

Las estimaciones de los migrantes de los diferentes incidentes, combinadas con la cifra del INM, sugieren que fueron más de 1.000. 

Las autoridades no anunciaron capturas de acusados de secuestro.

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Detalles

Los secuestradores racionaron la escasa comida y el agua, dando prioridad a las mujeres y los niños, contaron los migrantes a Reuters.

Revelaron que pasaron noches frías durmiendo en el suelo sin mantas en lo que parecía ser un salón de eventos y los secuestradores les gritaron que se callaran. 

"Sinceramente sentí que había llegado al final... que no iba a sobrevivir", manifestó Rizo, quien ahora se encuentra en El Paso, Texas.

El 7 de diciembre, según Rizo, los secuestradores se marcharon rápidamente después de que parecieron ver a las autoridades afuera.

Los migrantes derribaron la puerta principal del edificio y afuera encontraron a miembros de la Guardia Nacional, el Ejército y el INM.

El Ejército y el INM no respondieron a las solicitudes de comentarios sobre el rescate del 7 de diciembre, mientras que la Guardia Nacional confirmó su participación como lo hizo el 5 de diciembre.

Byron Montiel, un migrante nicaragüense que ahora también está en El Paso, mostró a Reuters un recibo de una transferencia de dinero que dijo que un pariente envió a los secuestradores, y mensajes de texto de un secuestrador a uno de sus familiares exigiendo dinero.