Al menos 40 migrantes centroamericanos, la mayoría de Guatemala, murieron en un incendio desatado la noche del lunes en un centro de detención en el norte de México, dijeron autoridades, una de las peores tragedias de los últimos meses que se habría iniciado por una protesta de los detenidos.

En la instalación, ubicada en Ciudad Juárez, frente a El Paso (Texas), había 68 personas alojadas, precisó el martes el Instituto Nacional de Migración (INM) mexicano. Los heridos, de gravedad, fueron trasladados a varios hospitales de las adyacencias.

Del total de fallecidos, 28 son de Guatemala y 12 de Honduras, informaron las cancillerías de ambos países.

La portavoz de la cancillería guatemalteca, Karla Samayoa, informó a Reuters que, según información del cónsul de la nación centroamericana en México, los connacionales fallecidos fueron entrevistados el lunes, como paso previo a ser retornados a su país.

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Hasta la tarde del martes se desconocía si había muertos de otras nacionalidades, pero la fiscalía general mexicana aseguró en un comunicado que identificó la siguiente cantidad de migrantes: un colombiano, un ecuatoriano, 12 salvadoreños, 28 guatemaltecos, 13 hondureños y 12 venezolanos.

Más tarde, el INM agregó en un comunicado que la cifra de fallecidos se había incrementado a 40 hasta las 14.00 hora local (2000 GMT). Un testigo de Reuters vio cuerpos alineados en bolsas para cadáveres y confirmó que el fuego había sido extinguido la mañana del martes.

Las víctimas guatemaltecas habían sido entrevistadas el lunes, como paso previo para ser retornados a su país, dijo a Reuters la portavoz de la cancillería de Guatemala, Karla Samayoa.

La mayoría de los guatemaltecos fallecidos eran oriundos de los departamentos Huehuetenango, San Marcos y Quetzaltenango, cerca de la frontera con México, precisó el canciller Mario Búcaro. Entre ellos no hay mujeres ni menores de edad.

Huyendo de la violencia y pobreza en casa, cada año, miles de migrantes cruzan México con la intención de llegar a Estados Unidos en busca del "sueño americano". Sin embargo, muchos pierden la vida durante el largo y peligroso trayecto, otros son deportados al llegar a su destino y, los menos, alcanzan su cometido.

La dependencia, que no especificó cuántos de ellos habrían perecido o sobrevivido, explicó que del total de víctimas mortales, 37 fallecieron en el sitio donde se registró el incidente y dos en hospitales, mientras que los 29 heridos se encuentran "graves".

Un testigo de Reuters vio cuerpos alineados en bolsas para cadáveres y confirmó que el fuego había sido extinguido. "Estoy desde la una de la tarde esperando al papá de mis hijos y cuando hicieron las 10 (de la noche) empezó a salir humo por todos lados", narró Viangly Infante, de 31 años, de nacionalidad venezolana.

Su esposo, Eduard Caraballo, de 27 años, estaba en una de las celdas de detención dentro de las instalaciones cuando comenzó el
incendio y sobrevivió rociándose con agua y presionándose contra una puerta, dijo Infante, quien agregó que vio muchos cadáveres
tirados en el suelo.

El incendio, uno de los más mortíferos de su tipo en el país en los últimos años, ocurre mientras Estados Unidos y México luchan para hacer frente a niveles récord de cruces en su frontera compartida.

El presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que el incidente "tuvo que ver con una protesta que ellos (migrantes) iniciaron a partir, suponemos, de que se enteraron de que iban a ser deportados, movilizados, y como protesta en la puerta del albergue pusieron colchonetas (...) y les prendieron fuego y no imaginaron que esto iba a causar esta terrible desgracia".

"Lo que sabemos hasta ahora es que son migrantes de Centroamérica fundamentalmente y algunos de Venezuela, los que estaban en ese albergue. No sabemos todavía hasta ahora los nombres y la nacionalidad de los que lamentablemente perdieron la vida", agregó el martes en su conferencia de prensa matutina.

La Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) de México informó en un comunicado que "inició una investigación exhaustiva sobre los hechos acontecidos, así como sobre las condiciones en que se encontraban las instalaciones del INM en que se suscitó el siniestro y los protocolos activados ante la emergencia".

Por su parte, la portavoz de la ONU, Stephane Dujarric, pidió en un comunicado una "investigación exhaustiva del trágico suceso", a la par que lamentó lo ocurrido y trasladó su pésame a las familias afectadas.

"Ahorita te lo suelto"

En las últimas semanas se ha visto una acumulación de migrantes en las ciudades fronterizas mexicanas a medida que las autoridades intentan procesar las solicitudes de asilo utilizando una nueva aplicación del Gobierno de Estados Unidos conocida como CBP One.

Muchos migrantes sienten que el proceso está tomando demasiado tiempo y, a principios de mes, cientos de ellos, en su mayoría venezolanos, se pelearon con funcionarios estadounidenses en la frontera, frustrados por las dificultades por asegurar las citas de asilo.

La venezolana Viangly Infante dijo que su familia había logrado una cita a través de la aplicación CBP One, pero el lunes por la tarde detuvieron a su marido, quien se encuentra en un hospital local tras sobrevivir al humo y el fuego. Las autoridades migratorias le dijeron que para liberarlo, debía tener en papel un documento que había subido a la plataforma en formato digital. "Pero si lo tiene impreso, ¿por qué lo detienen?", consultó.

"Ahorita te lo suelto", le indicaron varias veces más tarde, pero nunca lo hicieron, denunció Infante, madre de tres menores -de uno, 12 y 13 años-. La migrante sudamericana relató que la familia salió de Venezuela "por la situación económica, la delincuencia y porque no hay estudios" para sus hijos.

En enero, la administración del presidente Joe Biden dijo que ampliaría las restricciones de la era de su predecesor Donald  Trump para expulsar rápidamente a los inmigrantes cubanos, nicaragüenses y haitianos atrapados cruzando ilegalmente la frontera entre Estados Unidos y México en un esfuerzo por contener los flujos fronterizos.

Al mismo tiempo, Estados Unidos dijo que permitiría que hasta 30,000 personas de esos tres países más Venezuela ingresen al país por vía aérea cada mes.

En febrero, un autobús que trasladaba migrantes de Venezuela, Colombia y Centroamérica se accidentó en una carretera del sureño estado mexicano Oaxaca, dejando al menos 17 muertos.

En diciembre de 2021, al menos 55 personas murieron y decenas resultaron heridas cuando un camión repleto de migrantes volcó en Chiapas, un estado fronterizo en el sur de México. En 2010, 72 migrantes fueron masacrados por sicarios de un cártel de la droga en el norteño estado Tamaulipas.

(Reporte adicional de Lizbeth Díaz, Dave Graham y Anthony Esposito en Ciudad de México, Sofía Menchú en Ciudad de Guatemala
y Gustavo Palencia en Honduras. Editado en Español por Ana Isabel Martínez, Ricardo Figueroa y Manuel Farías, Reuters).