Manifestantes iraníes desafían la represión con marchas en todo el país
Las protestas por la muerte de la joven Mahsa Amini no parecen amenazar el sistema teocrático, pero resultan un importante impacto político y económico.
Los manifestantes en Irán desafiaron el sábado la represión de casi un mes de duración, según activistas, marchando en las calles y protestando en las universidades contra los dirigentes clericales del país en una oleada sostenida de ira por la muerte de Mahsa Amini.
Las protestas sacuden Irán desde que Amini -una mujer de 22 años de la región kurda del país- murió el 16 de septiembre mientras estaba detenida por "vestimenta inapropiada", y suponen uno de los desafíos más graves para la República Islámica desde la revolución de 1979.
Aunque los disturbios no parecen estar cerca de derribar el sistema, las protestas se han convertido en huelgas que han cerrado comercios y empresas, han afectado al vital sector energético y han inspirado impactantes actos de disidencia contra el régimen religioso de Irán.
Un video publicado por la organización noruega Iran Human Rights mostraba protestas en la ciudad nororiental de Mashhad, la segunda más poblada de Irán, con manifestantes que cantaban "que se vayan los clérigos" y conductores que tocaban el claxon.
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Las imágenes mostraban una huelga de operadores en la ciudad kurda noroccidental de Saqez -la ciudad natal de Amini- y a estudiantes de secundaria coreando "Mujer, vida, libertad" en las calles de Sanandaj, la capital de la provincia del Kurdistán.
También se registraron protestas en Isfahan, en el centro de Irán, y en el sureste del país. Reuters no pudo verificar los videos de forma independiente. Los servicios telefónicos y de internet en Irán han sido interrumpidos con frecuencia durante el último mes y el organismo de vigilancia NetBlocks informó de "una nueva interrupción importante" poco antes de que comenzaran las protestas del sábado.
Amini murió bajo custodia tras ser detenida por la policía de la moral por violar las estrictas normas religiosas sobre la vestimenta femenina.
Grupos de derechos humanos afirman que más de 200 personas han muerto en la represión en todo el país, incluidas adolescentes cuyos decesos se han convertido en un grito de guerra para más manifestaciones que exigen la caída de la República Islámica.
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Los manifestantes convocaron el sábado manifestaciones en la ciudad noroccidental de Ardabil por la muerte de Asra Panahi, una adolescente de la minoría étnica azerí que, según los activistas, fue golpeada hasta la muerte por las fuerzas de seguridad.
Las autoridades desmintieron el informe y las agencias de noticias cercanas a la Guardia Revolucionaria citaron a su tío diciendo que la estudiante de secundaria había muerto por un problema cardíaco.
Irán ha culpado de la violencia a sus enemigos internos y externos, incluidos los separatistas armados y las potencias occidentales, acusándolos de conspirar contra la República Islámica y negando que las fuerzas de seguridad hayan matado a los manifestantes.
Fuente: Reuters