Distintas ONGs denunciaron hoy que más de un centenar de personas murieron desde que comenzaron las protestas en Irán, hace casi un mes, tras la muerte de una joven en Teherán por no llevar correctamente el velo sobre su cabeza.

De acuerdo con esos reportes ya hubo 108 fallecidos, entre ellos muchos menores de edad, en las manifestaciones que se multiplicaron por todo el país, exigiendo una flexibilización de las leyes islámicas, especialmente en torno a las mujeres.

En las manifetaciones realizadas este miércoles, la policía utilizó municiones reales, lo que causó al menos la muerte de una persona. En Teherán, las fuerzas del orden lanzaron además gases lacrimógenos para dispersar una manifestación de abogados que coreaban "Mujer, vida libertad".

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Estos disturbios agitaron particularmente Sanandaj, capital de la provincia del Kurdistán, de donde era oriunda Mahsa Amini, la joven fallecida en circunstancias aun no aclaradas por el gobierno iraní, encabezado por Ebrahim Raisi.

Amini circulaba por las calles de Teherán, junto a su hermano, cuando fue interceptada por la Policía de la Moral, cuyos agentes la arrestaron porque tenía mal colocado el velo (hiyab).

La joven, de 22 años, fue derivada a una comisaria, y mientras hablaba con una policía se desvaneció, posteriormente la llevaron a un hospital y allí falleció varios días después.

Según la policía, Amini murió por un fallo cardíaco; sin embargo, diversas organizaciones de Derechos Humanos afirman que la mujer había sido golpeada durante su traslado hasta la comisaría. Los disturbios comenzaron tras la confirmación de la muerte de Amini, ahora convertida en un símbolo de la lucha de las mujeres iraníes.