El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, encabezó hoy en Brasilia las 
celebraciones por el Día de la Independencia, con la presencia de altas autoridades, jefes de los Tres Poderes de la República y de las Fuerzas Armadas, y más de 30.000 personas que se congregaron en la Explanada de los Ministerios.

Como parte de las celebraciones bajo el lema "Democracia e Independencia-Brasil en el rumbo correcto", Lula arribó desfilando en el carro presidencial hasta el palco de autoridades, donde estuvo acompañado por el presidente del Senado, Rodrigo Pacheco; el presidente del Supremo Tribunal Federal, Luis Roberto Barroso, y el vicepresidente Geraldo Alckmin.

Durante el desfile, se exhibieron las banderas de los integrantes del Grupo de los Veinte (G20) para resaltar la importancia estratégica de Brasil como presidente pro tempore y de la cumbre que se celebrará en noviembre en Río de Janeiro.

También, se rindió un homenaje a los afectados y profesionales que asistieron por las inundaciones en el estado de Rio Grande do Sul (sur) en mayo pasado, y se destacó la reactivación de las campañas de vacunación a niños y la expansión de los servicios de 
atención sanitaria, incluyendo el relanzamiento del programa Más Médicos.

El desfile contó con la participación de estudiantes de escuelas públicas del Distrito Federal, atletas que representaron a Brasil en los pasados Juegos Olímpicos de París 2024 y miembros de las Fuerzas Armadas.

"La democracia es más que votar el día de las elecciones, es luchar por la conquista de derechos. El derecho a hacer tres comidas al día, vivir con dignidad, tener un buen empleo, un salario justo, seguridad para cuidar de la familia y conquistar un futuro mejor para nuestros hijos", resaltó Lula en un pronunciamiento a la Nación emitido en cadena nacional la noche del viernes.

El mandatario defendió la democracia y la convivencia "civilizada" entre grupos opuestos, y sostuvo que "la victoria de la democracia permitió que trajéramos de vuelta las políticas de 
inclusión social que sacaron a millones de personas de la pobreza".

"Seremos siempre intolerantes con cualquier persona, tenga la fortuna que tenga, que desafíe la legislación brasileña (...) Nuestra soberanía no está en venta", subrayó en referencia al 
bloqueo por decisión judicial de la de la red social X en Brasil.