La ONU acusó al gobierno de Irán de haber utilizado armas con municiones reales para dispersar las distintas protestas que hubo en el país en las últimas dos semanas, tras la muerte de una joven, quien había sido arrestada por no llevar correctamente el velo sobre su cabello.

Esto habría provocado, según el organismo, la muerte de decenas de manifestantes, aunque la cifra es difícil de establecer debido a las restricciones en las comunicaciones, incluído internet y las redes sociales.

De todas maneras, trascendió que ya fallecieron unas 60 personas desde que comenzaron las protestas en todo el país, tras la muerte de Masha Amini, una joven de 22 años.

La portavoz del Alto Comisionado de Derechos Humanos de la ONU, Ravina Shamdasani, remarcó que "las armas de fuego nunca deben utilizarse para dispersar una asamblea". 

En este sentido, sostuvo que "el Gobierno no ha anunciado el número total de arrestos", aunque extraoficialmente habrían sido unas 740.

ONU advirtió que en Irán se reprimieron marchas con municiones reales

"Pedimos a las autoridades iraníes que garanticen el derecho al debido proceso y que liberen a todos los que han sido privados de su libertad de forma arbitraria", añadió en declaraciones a la prensa.

La escalada de violencia se dio en todo el país, abarcando la capital (Teherán), pueblos y aldeas, donde las mujeres exigen que se derogue la obligatoriedad de utilizar el velo (hiyab).

Inclusive, durante las manifestaciones, muchas mujeres concurrieron sin ese elemento tapándoles la cabeza, lo que generó reacciones entre los más radicalizados, como el legislador Mahmoud Navabian, quien las calificó como "prostitutas". 

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Según su opinión, los hombres y las mujeres que participan en estas protestas, son culpables de "impurezas" que deben ser "lavadas".

Amini, una joven kurda, fue detenida el 13 de septiembre mientras circulaba por las calles de Teherán por no llevar correctamente colocado el velo, y fue trasladada a una comisaría.

Una vez allí, y de acuerdo con un video difundido por el gobierno iraní, la mujer se desplomó cuando hablaba con una agente del orden, y fue trasladada a un hospital, donde murió pocos días después.

La policía afirmó que Amini falleció por un fallo cardíaco, pero algunos organismos de derechos humanos denunciaron que había sido golpeada en un vehículo, durante el traslado desde el centro de la ciudad hasta la comisaría.