Israel combatía este jueves a los militantes de Hamás en las principales ciudades de la Franja de Gaza y afirmó haber atacado decenas de objetivos, dejando 350 palestinos muertos y al resto tratando de sobrevivir en zonas de refugio que se encogen rápidamente.

  Los gazatíes se agolpaban en Rafah, en la frontera con Egipto, haciendo caso a los panfletos y mensajes israelíes que decían que estarían seguros allí.

  Sin embargo, el miércoles murieron más de 20 personas en unos departamentos que albergaban a civiles desplazados del norte, según Eyad al-Hobi, familiar de algunos de los fallecidos.

  "Todos los departamentos del edificio sufrieron graves daños", señaló, mientras sacaban a dos niños aparentemente sin vida.  Otro pariente, Bassam al-Hobi, dijo que el edificio fue alcanzado por tres cohetes.

 "Apuntaron a mujeres y niños, como pueden ver, y a los invitados a los que se dijo que el sur estaría a salvo", dijo, señalando los cadáveres envueltos en tela blanca, algunos pequeños, alineados en el suelo.

 Israel afirmó que los militantes habían disparado al menos un cohete desde Rafah y 12 desde la desolada zona de Al Mawasi, en la costa mediterránea meridional de Gaza, donde también ha aconsejado a los desplazados que se refugien, dejando poco clara la situación de las zonas.

 En Jan Yunis, la mayor ciudad del sur de Gaza, Israel declaró que sus fuerzas habían matado a varios hombres armados, entre ellos dos militantes que salieron disparando de un túnel.

 Los residentes informaron de varios ataques aéreos israelíes y de fuego ininterrumpido de tanques en el este de la ciudad.

En Washington, un alto funcionario del Departamento de Estado afirmó que el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, habló el jueves con el ministro israelí de Asuntos Estratégicos, y le dijo que Israel tiene que hacer más para proteger a los civiles en su ofensiva en el sur de Gaza.
.
  Nueva fase

  El brazo armado de Hamás, las Brigadas al Qassam, afirmó que los combates fueron encarnizados después de que las tropas entraron el miércoles en el corazón de Jan Yunis, en una nueva fase de la guerra, que entra ya en su tercer mes.

  Ambulancias y familiares llevaron a toda prisa a personas, entre ellas mujeres y niños, al hospital Nasser de Jan Yunis, donde el espacio ya estaba lleno. Dos niños malheridos yacían en un carrito y un niño cubierto de polvo y manchado de sangre gritaba entre los pacientes que se encontraban en el suelo.

"Las heridas son muy graves", alertó el médico Mohamed Matar. "La situación es catastrófica en todos los sentidos de la palabra (...) No podemos tratar a los heridos en este estado".

Los residentes indicaron que varios ataques aéreos israelíes habían golpeado la ciudad y que había fuego incesante de tanques en su parte oriental. En el centro de Gaza, los médicos dijeron que cuatro personas fallecieron en una casa del campo de refugiados de Nusseirat durante la noche.

Los que escapan de la violencia se enfrentan a una lucha cada vez más desesperada por sobrevivir.

Cientos de personas abarrotaban una carretera en el centro de la ciudad de Deir al-Balah, esperando comida frente a un complejo de la ONU que aún no había abierto, según mostró un video publicado por Ramy Abdu, fundador de Euro-Mediterranean Human Rights Monitor.

La Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA) declaró que 1,9 millones de personas -el 85% de la población de Gaza- habían sido desplazadas, que sus refugios habían cuadruplicado su capacidad y que no había ayuda suficiente para cubrir "las abrumadoras necesidades".

Egipto señaló que está trabajando para acelerar la entrega de ayuda, pero que nunca permitirá que se vacíe la Franja de Gaza de sus residentes, que están siendo empujados hacia el sur, hacia su frontera.

La cifra de muertos palestinos en las ocho semanas de guerra ascendía a 17.177, además de 46.000 heridos, según el Ministerio de Sanidad. Sólo en las últimas 24 horas han muerto 350 personas, según el portavoz del ministerio, Ashraf Al-Qidra.

Bombardeos y tiroteos

Israel afirmó que había asaltado un complejo de Hamás en Yabalia, matando a varios hombres armados y encontrando túneles, una zona de entrenamiento y armas.

La televisión israelí mostró a decenas de hombres en ropa interior, sentados en una carretera. El periódico Maariv dijo que eran combatientes de Hamás capturados en la ciudad de Gaza.

El brazo armado de Hamás afirmó que los combatientes habían destruido o dañado 79 vehículos del ejército en la ciudad de Gaza en los últimos tres días, pero no presentó pruebas.

En la incursión por sorpresa de los combatientes de Hamás en Israel el 7 de octubre murieron 1.200 personas y 240 fueron tomadas como rehenes, según el recuento de Israel. El Ejército israelí afirma que 88 soldados han perecido en las incursiones terrestres en Gaza, que comenzaron el 20 de octubre y que alrededor de un tercio de los muertos palestinos eran combatientes, sin precisar cómo se ha llegado a esa cifra.

En Ginebra, el jefe de derechos humanos de la ONU dijo que la situación en Gaza es "apocalíptica" y ambas partes corren el riesgo de cometer graves violaciones de los derechos humanos.

Un alto cargo de Hamás indicó a Reuters que los mediadores siguen explorando oportunidades para una tregua y reiteró su exigencia de que Israel cese sus ataques.

El Consejo de Seguridad de la ONU recibió el miércoles una propuesta de resolución redactada por Emiratos Árabes Unidos en la que se exige un "alto el fuego humanitario inmediato". La votación está prevista para el viernes.

(Por Bassam Masoud y Dan Williams, Reporte adicional de Maggie Fick en Beirut, Henriette Chacar en Jerusalén, Emma Farge en Ginebra, Nayera Abdallah y las oficinas de Reuters; escrito por Cynthia Osterman, Miral Fahmy y Philippa Fletcher; editado en español por Carlos Serrano, Reuters)