El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, en su más reciente misión para frenar la guerra de Gaza, dijo el martes a los dirigentes israelíes que aún había posibilidades de lograr la aceptación de sus vecinos árabes si creaban una vía hacia un Estado palestino viable. 

En su cuarto viaje a la región desde octubre, en un intento hasta ahora en gran medida infructuoso de frenar la violencia, Blinken dijo que compartiría lo que había escuchado en dos días de conversaciones con Jordania, Qatar, Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudita. 

Sus conversaciones incluirían una reunión con el gabinete de guerra israelí formado a raíz de los ataques del 7 de octubre perpetrados por milicianos palestinos de Hamás, que gobierna Gaza, en los que, según Israel, murieron 1.200 personas.

La ofensiva israelí ha matado a más de 23.000 palestinos, ha destruido gran parte de Gaza y ha desplazado al menos una vez a la mayor parte de la población de 2,3 millones de habitantes, creando una crisis humanitaria dramática y cada vez peor. 

Blinken ya había dicho que presionaría al Gobierno del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, sobre el "imperativo absoluto" de hacer más para proteger a los civiles de Gaza y permitir que les llegue ayuda humanitaria.

El presidente de EEUU, Joe Biden, dijo por la noche que Washington estaba presionando discretamente a Israel para que empezara a retirar algunas de sus fuerzas.

Las reuniones de Blinken por la región se han centrado en tratar de trazar un enfoque a más largo plazo para el conflicto palestino-israelí, que dura ya décadas, como parte de una vía para poner fin a la guerra de Gaza.

Tras sus reuniones con aliados árabes, afirmó que éstos querían la integración con Israel —un objetivo israelí a largo plazo—, pero sólo si ello incluía una "vía práctica" hacia un Estado palestino. 

"Conozco sus esfuerzos, a lo largo de muchos años, para construir una conectividad e integración mucho mayores en Oriente Medio y creo que ahí hay oportunidades reales", dijo el martes a su homólogo israelí, Yisrael Katz.

"Pero tenemos que superar este momento tan difícil y asegurarnos de que el 7 de octubre no pueda volver a ocurrir y trabajar para construir un futuro muy diferente y mucho mejor".

INTENSOS COMBATES EN EL SUR DE GAZA.

Tras semanas de presiones de Estados Unidos para que moderara su asalto, Israel afirma que sus fuerzas están pasando de una guerra total a una campaña más selectiva en la mitad norte de Gaza, aunque siguen manteniendo intensos combates en las zonas del sur. 

Israel dijo que las tropas habían matado a unos 40 combatientes palestinos y asaltado un complejo de milicianos y bocas de túneles desde el lunes, durante la ampliación de las operaciones en Jan Yunis, en el sur. 

El Ministerio de Sanidad palestino en Gaza dijo que 57 palestinos muertos por ataques aéreos israelíes y 65 heridos habían llegado en las últimas 24 horas al ya saturado hospital Al Aqsa, en el centro de la Franja de Gaza, de 45 kilómetros de largo.

La enorme crisis humanitaria ha presionado especialmente a Estados Unidos, el aliado más cercano de Israel, para que presione a fin de que se reduzca el asalto a Gaza. 

La Oficina de Ayuda Humanitaria de la ONU (OCHA, por sus siglas en inglés) dijo que "a medida que aumenta el número de víctimas, la capacidad para tratarlas sigue estando en peligro".  

 Afirmó que tres hospitales del centro de Gaza y Jan Yunis, incluido Al Aqsa, corrían "riesgo de cierre debido a la emisión de órdenes de evacuación en zonas cercanas y a la continuación de las hostilidades en las inmediaciones".

BIDEN ESCUCHA GRITOS DE “ALTO EL FUEGO YA”

A última hora del lunes, la organización humanitaria Médicos Sin Fronteras (MSF) informó de que un proyectil había atravesado el muro de uno de sus refugios en Jan Yunis, donde se alojan más de 100 empleados y sus familias, hiriendo de gravedad a la hija de 5 años de un empleado de MSF.

Biden, quien el lunes se enfrentó a manifestantes que gritaban "¡Alto el fuego ya!" mientras visitaba una iglesia en Carolina del Sur, dijo que había estado trabajando "discretamente" para animar a Israel a que redujera sus ataques y "saliera significativamente de Gaza". 

Los incesantes bombardeos de Israel y sus restricciones al acceso de ayuda humanitaria a Gaza han llevado a Sudáfrica a presentar una demanda ante la Corte Internacional de Justicia, acusando a Israel de acciones genocidas contra los palestinos.

El presidente israelí, Isaac Herzog, dijo a Blinken que no había "nada más atroz y absurdo" que la demanda ante la CIJ y señaló que los enemigos de Hamás en Israel han jurado su destrucción.  

El conflicto se ha extendido a Líbano, donde la milicia Hezbolá ha estado lanzando cohetes a través de la frontera israelí en apoyo de Hamás. Ambos grupos cuentan con el apoyo de Irán, enemigo jurado de Israel. 

Tres miembros de Hezbolá murieron el martes en un ataque contra su vehículo en el sur del Líbano, dijeron a Reuters dos fuentes familiarizadas con las operaciones del grupo, después de que un alto comandante de Hezbolá muriera en la zona el lunes. 

Hezbolá dijo que había lanzado un ataque con drones contra el cuartel general del mando israelí en respuesta a los asesinatos de Wissam Tawil, alto cargo de Hezbolá, y de Saleh al-Arouri, dirigente adjunto de Hamás, la semana pasada en Beirut. Israel no ha confirmado ni negado la autoría de los ataques.