La planta de Alabama comenzó el lunes a votar sobre si unirse al sindicato United Auto Workers (UAW), una prueba importante para determinar si el grupo laboral puede mantener el impulso en el sur de Estados Unidos, históricamente antisindical.

Una victoria sindical en la planta, semanas después de una contundente victoria en una fábrica de Volkswagen en Tennessee, sería un momento decisivo para el UAW mientras busca organizar a más de una docena de fabricantes de automóviles en todo el país y aumentar sus menguantes filas.   

La campaña en Mercedes fue mucho más polémica porque la empresa instó a los trabajadores a votar no, según folletos y carteles vistos por la agencia de noticias Reuters. 

Mercedes también contrató empresas antisindicales para hablar con los trabajadores, testificaron empleados de la planta. La firma rechazó las acusaciones de que impidió los esfuerzos de organización sindical en Alabama. 

Una portavoz comunicó que la compañía respeta los esfuerzos de sindicalización de los empleados y se asegura de que cada trabajador tenga la oportunidad de votar en secreto con el acceso a la información necesaria para tomar una decisión.

Los 5.200 empleados de la planta de ensamblaje y de la fábrica de baterías cercana votarán esta semana y se esperan los resultados finales el viernes.

El presidente de la UAW, Shawn Fain, pasó más de un año elaborando estrategias para ganarse a los trabajadores automotrices no sindicalizados, y todo comenzó con nuevos contratos laborales en Detroit.

Fain se convirtió en presidente del UAW en marzo de 2023 y dirigió el sindicato durante su primera huelga simultánea contra los tres fabricantes de automóviles de Detroit: General Motors, Ford y el fabricante de Jeep Stellantis. 

La huelga de seis semanas resultó en acuerdos récord, incluido un aumento salarial del 25% y la devolución de ajustes por costo de vida.

Fain aseguró que lograr una buena actuación en la Ciudad del Motor fue fundamental para atraer a los trabajadores en el Sur.

En los pasillos de la planta de Mercedes, donde los trabajadores producen SUV con motor eléctrico y de gasolina, los contratos de Detroit se convirtieron en un tema de conversación a favor de la UAW.

"Eso es lo más importante que estamos usando para impulsar porque podemos demostrar cuánto puede ganar el sindicato ahora", declaró el trabajador de Mercedes, Jacob Ryan. 

Siguió explicando que apoya al sindicato porque siente que la empresa no abordó las preocupaciones de los trabajadores sobre salarios, horarios y beneficios.

Hace menos de dos años, él y sus compañeros organizadores lucharon para lograr que el 20% de los trabajadores firmaran tarjetas de apoyo al UAW. 

Los gobiernos estatales del Sur presentaron una fuerte resistencia a la sindicalización. Seis gobernadores, entre ellos Kay Ivey de Alabama, firmaron una carta instando a los trabajadores a rechazar el UAW. 

Alegaron que la sindicalización frenaría el crecimiento de la industria automotriz en todo el Sur, según la agencia de noticias Reuters

Extracto y adaptación de un artículo firmado por Nora Eckert, para la agencia de noticias Reuters