El príncipe William de Inglaterra retomó sus actividades tras la intervención quirúrgica de su esposa Kate Middletton y la revelación de que el rey Carlos III padece cáncer, dispuesto a asumir un papel más destacado en ausencia de su padre.

William pospuso todos sus compromisos previstos para cuidar de sus tres hijos después de que Kate, de 42 años, se sometió a una operación abdominal programada el 16 de enero.

Su padre fue tratado en el mismo hospital que Kate por un agrandamiento de la próstata y el Palacio de Buckingham anunció que las pruebas posteriores realizadas al monarca, de 75 años, revelaron que padecía una forma de cáncer.

William, de 41 años, hizo su primera aparición pública oficial desde entonces, cuando llevó a cabo una investidura -una ceremonia para entregar honores de Estado- en el castillo de Windsor. Más tarde tenía previsto asistir a una cena de gala para la Caridad de Ambulancia Aérea de Londres.

Dado que el rey pospuso sus obligaciones públicas por estar en tratamiento ambulatorio y que no se espera que Kate retome sus compromisos hasta después de Semana Santa, la responsabilidad de dar la imagen pública de la monarquía recaerá en el resto de los miembros de la realeza, especialmente en William y la reina Camila, esposa de Carlos.

Robert Hardman, escritor especializado en temas reales, afirmó que el príncipe ya había asumido importantes tareas de Estado al final del reinado de su abuela Isabel, cuando la mujer de 96 años sufría problemas de movilidad.

"En ese sentido, no es tan diferente, pero obviamente existe la carga de las expectativas", dijo Hardman a Reuters. "En muchas ocasiones tendrá que sustituirlo, será una especie de cuasi jefe de Estado de la misma manera que lo fue el príncipe Carlos cuando la reina estaba enferma".

El martes, el rey viajó con Camila a Sandringham House, su casa en el este de Inglaterra, tras una breve reunión de unos 30 minutos con su distanciado hijo, el príncipe Harry, que voló desde California para ver a su padre.

Harry apenas conversó con muchos de los Windsor tras sus críticas a la monarquía desde que abandonó sus funciones reales hace casi cuatro años. Una fuente real dijo que no había planes para que viera a su hermano mayor William durante su visita al Reino Unido.

A pesar del diagnóstico, Carlos III tiene previsto continuar con gran parte de su trabajo privado como monarca, incluyendo su audiencia semanal con el primer ministro, Rishi Sunak, y ocuparse de los documentos de Estado. El portavoz de Sunak confirmó que hablarían más tarde el miércoles.

El Palacio de Buckingham no brindó más detalles sobre su estado de salud, pero afirmó que el rey se mantiene "completamente optimista" y que espera volver a sus funciones públicas lo antes posible.

(Con información de la agencia Reuters)