El Consejo de Seguridad de la ONU decidió aplicar hoy una serie de sanciones contra los grupos armados de Haití, que controlan gran parte del país, sumido en una nueva crisis humanitaria.

Las medidas, impulsadas por México y Estados Unidos, incluyen congelamiento de activos, prohibiciones de viaje y embargo de armas durante un periodo inicial de un año, obtuvo el apoyo unánime de los 15 integrantes del órgano de seguridad.

Estas sanciones abarcan a todos aquellos que están vinculados a los grupos armados, que mantienen el bloqueo en la terminal de combustible más importante del país, en Varreux, lo que repercute en todos los estamentos de la isla caribeña, ya que resulta imposible distribuir suministros esenciales.

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Además, el el organismo exige "el cese inmediato de la violencia, las actividades criminales y los abusos de derechos humanos que socavan la paz, la estabilidad y la seguridad del país y de la región". 

La votación se llevó a cabo en un contexto de crisis en Haití, donde la violencia endémica de pandillas y el descontento popular han empeorado una grave situación humanitaria.

A la violencia y las enfermedades se suma la aguda crisis sociopolítica y económica que vive el país más pobre de América, agravada tras el magnicidio el año pasado del entonces presidente Jovenel Moise.