La Policía Federal de Brasil lanzó el jueves una operación contra algunos de los principales colaboradores del ex presidente Jair Bolsonaro, dijeron a Reuters fuentes involucradas en la operación, en una investigación sobre un intento de golpe de Estado tras su derrota electoral.

En un comunicado, la Policía Federal no nombró a los objetivos de la operación, pero dijo que están acusados de participar en "una organización criminal que actuó en un intento de golpe de Estado" destinado a "mantener al entonces Presidente de la República en el poder".

Entre los objetivos de las órdenes de registro figuran, el general Walter Braga Netto, ex ministro y ex candidato a la vicepresidencia en la campaña de Bolsonaro, el ex ministro de Defensa Paulo Nogueira Batista y el exministro de Justicia Anderson Torres, dijeron las fuentes.

La Policía visitó la casa de Bolsonaro en la playa y le dijo al ex presidente que entregue su pasaporte, dijeron tres fuentes, que pidieron el anonimato para hablar de una operación activa.

Un portavoz de la familia Bolsonaro, Fabio Wajngarten, dijo en las redes sociales que el Bolsonaro cumpliría y entregaría su pasaporte.

El ex asesor de asuntos internacionales de Bolsonaro, Felipe Martins, es una de las cuatro personas que están en la mira con órdenes de arresto, dijeron las fuentes.

Reuters intentó ponerse en contacto con los objetivos de la operación policial y sus abogados, pero no recibió respuesta inmediata.

La Policía dijo en su declaración que los objetivos de la operación del jueves formaron un grupo en 2022 difundiendo denuncias de fraude electoral "incluso antes de que las elecciones tuvieran lugar" para "legitimar una intervención militar".

El presidente Luiz Inácio Lula da Silva, que derrotó a Bolsonaro en las elecciones de 2022, dijo que el intento de golpe tenía que ser investigado para evitar que vuelva a ocurrir lo mismo.

"Sin Bolsonaro no habría habido intento de golpe", dijo Lula en una entrevista radial.

Una semana después de que Lula asumió el cargo en enero de 2023, partidarios de Bolsonaro -que se habían reunido durante días frente al cuartel general del Ejército- invadieron y destrozaron edificios gubernamentales en Brasilia, pidiendo una toma del poder por parte de los militares.