América Latina importa agrotóxicos prohibidos en la Unión Europea
Brasil es el principal comprador, Argentina rociaba hace dos años las plantaciones de soja con glifosato también traído de Alemania.
El 36% del volumen total de los pesticidas importados por Brasil a la Unión Europea (UE) son sustancias prohibidas para su uso en el bloque europeo, mientras en Perú y México, supera el 50%.
Son datos actualizados en abril de este año por el estudio EU Pesticides Export Ban: What Could Be the Consequences? (Prohibición de Exportación de Pesticidasd de la UE: ¿cuáles podrían ser las consecuencias?), que publica DW en español.
La investigadora del Centro de Estudios Ambientales y de Salud del Trabajador, del Instituto de Salud Colectiva de la Universidad Federal de Mato Grosso (Neast/IST/UFMT), Márcia Montanari, esgrimió que una encuesta reciente, con muestras de alimentos consumidos frecuentemente en Brasil, revelaron la presencia de 40 sustancias peligrosas, 11 de las cuales están prohibidas en la UE.
"Europa sigue produciendo estos pesticidas y enriqueciéndose a costa de la salud de la población de los países más pobres", sostuvo.
Los expertos acuñaron el término "colonialismo químico" para describir este escenario.
Actualmente, alrededor del 30% de los pesticidas utilizados en Brasil no están permitidos en otros países, destaca Montanari.
Los expertos coinciden en que, en los últimos años, sobre todo durante el Gobierno del expresidente Jair Bolsonaro, hubo una gran flexibilidad en cuanto a la autorización de sustancias potencialmente nocivas para la salud.
El Poder Legislativo continuó aprobando nuevas propuestas, como el proyecto de ley, que pasó a ser conocido como "Veneno PL", sancionado en diciembre de 2023 por el presidente Luiz Inácio Lula da Silva.
Durante los años de Bolsonaro -evalúa Montanari- hubo una "mayor movilización y una presión más fuerte" contra los pesticidas, incluso desde el extranjero, y que, actualmente, da la impresión de que "todo se ha aliviado", lo que es incierto.
"En la cartera de Agricultura siguen estando las grandes industrias del sector de la misma manera", evalúa.
Colonialismo químico
Son diversas las investigaciones sobre el "colonialismo químico" en el nuevo continente.
Del otro lado, el 8,2% de las exportaciones de pesticidas desde Alemania, en 2022, fueron sustancias prohibidas en la UE.
La Pesticide Action Network (PAN-Europa, una coalición de asociaciones de la sociedad civil de varios países europeos), encargó la investigación, justo al final del ciclo político de Bruselas y al concluir el mandato de la Comisión y el Parlamento Europeo cayó en el olvido, según uno de los coautores del estudio, el investigador de Corporate Europe, João Camargo.
En su opinión, "no tiene sentido" permitir las exportaciones de productos que están prohibidos en el bloque precisamente por los peligros que suponen para la salud.
Camargo espera que en Bruselas se vuelva a plantear la cuestión de una prohibición de las exportaciones a escala europea, pero reconoce que es complicado.
Grandes intereses
El desempeño de Los Verdes en la actual coalición gubernamental alemana fue decepcionante, ya que el partido también acabó siguiendo los intereses de la industria.
En 2022, el país exportó 18.360 toneladas de pesticidas prohibidos en la UE, puso de relieve.
El grupo también pidió el fin de la producción de estos materiales en la UE.
La ONG Public Eye, con sede en Suiza, encaró otro trabajo que muestra que, en 2018, la UE exportó para uso agrícola un total de 81.615 toneladas de 41 pesticidas prohibidos.
Italia fue el que más vendió y Alemania, el segundo. Luego se ubicaron los Países Bajos, Francia, España y Bélgica.
Pero hay un "efecto boomerang" temido en el bloque, ya que se consumen productos procedentes de importantes fuentes alimentarias que pueden contener sustancias peligrosas.
En el caso de las muestras de Neast, se encontraron pesticidas prohibidos en la UE en productos típicos, en materias primas brasileñas, como la soja.
Montanari indicó que está en marcha un proceso de "contaminación múltiple", en el que tanto el agua como los alimentos se ven fuertemente afectados por sustancias peligrosas.
Además, otro efecto secundario se produce en los animales, con énfasis en las abejas, que tanto en Europa como en Brasil vienen sufriendo procesos de contaminación, que conducen a que se diezmen comunidades, lo que puede repercutir de diferentes maneras en los procesos de polinización.
El Atlas de Pesticidas de la Oficina Brasil de la Fundación Heinrich Böll –vinculada al partido alemán Los Verdes– mostró, a partir de una revisión sistemática de análisis realizados y publicados en el país vecino entre 2012 y 2019, que había 77 contaminantes diferentes en muestras de agua, incluidos los pesticidas.
Se detectaron 21, entre ellos flutriafol, endosulfán alfa y beta, metolaclor y atrazina.