Brasil, Colombia, Perú y Ecuador absorben la mayor cantidad de refugiados en la región
El informe Tendencias Globales 2023 de ACNUR destaca el aumento de refugiados pero también los programas de regularización que involucran a migrantes vulnerables en América Latina.
Si bien en el reasentamiento mundial de desplazados se destaca Estados Unidos, Brasil, Colombia, Perú y Ecuador activan en América latina los programas de regularización para personas refugiadas y migrantes vulnerables.
Garantizan en primer lugar la gestión de la documentación y el acceso a servicios. Y en ese aspecto, Colombia, sobre todo, se destaca porque le tocó administrar el éxodo fronterizo de más de 2,8 millones de venezolanos, el mayor flujo de América Latina y el Caribe, de acuerdo con el informe anual del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR).
A escala global, se contabilizan cinco millones de personas desplazadas internas y un millón de refugiadas que volvieron a sus hogares en 2023, lo que supera en un 8,8% a las 108 millones del año anterior.
En términos diplomáticos, Chile lidera desde este año en la región el denominado Proceso Cartagena + 40, que cuenta con el respaldo de Brasil, Colombia y México, y tras consultas regionales, será elaborado con directivas para la próxima década un nuevo Plan de Acción regional basado en el Pacto Mundial sobre Refugiados.
La Declaración de Cartagena sobre los Refugiados, que cumple 40 años, se considera uno de los instrumentos jurídicos más importantes de las últimas décadas en materia de protección y soluciones para los refugiados en América Latina y el Caribe, ya que consolida la cooperación en la región.
La gestión de los países de América para que los desplazados puedan regresar a sus hogares contrasta con la alarmante cifra global de 117 millones en tal condición que contiene el informe Tendencias Globales 2023 del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR).
Semejante número “se debe tanto a las consecuencias de conflictos nuevos y existentes como a la incapacidad de resolver crisis prolongadas” y, lo que es peor, se encuentran lejos de controlarse.
Nada más que en mayo, según adelantó ACNUR, llegaron a 120 millones los abandonos de hogares.
Desplazamientos
El aumento más pronunciado (del 50% en relación a cinco años) en las cifras de desplazamiento global involucra a los que huyen de conflictos y permanecen dentro de su país, y de acuerdo con datos del Observatorio de Desplazamiento Interno (IDMC), suman 68,3 millones de personas.
El número de refugiados, en tanto, subió en un 7%, hasta 43,4 millones globales: 6,4 millones de ellos sirios, otros 6,4 afganos, 6,1 venezolanos, 6 millones palestinos, otros 6 millones ucranianos.
Se estima también que en torno de unos 339.000 niños por año nacen como refugiados, según el informe que suscribe Filippo Grandi, máximo responsable de la ACNUR
En la actualidad, hay 56 guerras activas. La movilización más antigua de refugiados es la siria.
En trece años, la conflagración en que participa generó el exilio de 13,8 millones de personas, con el agravante de mantener el umbral de la pobreza en el 90% para los que se quedaron.
También el país sufrió en febrero del 2023 un terremoto devastador, que mató a 60.000 personas.
Afganistán es el segundo en cantidad de personas (10,9 millones) que abandonaron sus hogares.
El año pasado aumentó el triple el número de refugiados afganos en el mundo, principalmente en Irán y Paquistán, que ya llega a los 6,4 millones.
Para colmo, la inestabilidad política del país y la dureza del régimen, en un marco de dificultades para la mitad de la población de acceder a alimento, tornan compleja la posibilidad de un regreso.
Sudán ya había desplazado a 10,8 millones de personas en tiempo récord, entre abril y finales del año pasado, y si faltaba algo, en cuestión de meses fue desplazado el 75% de la población de Gaza, que se agregan a los 9,7 millones de Ucrania. Y a la emergencia humanitaria en la República Democrática del Congo, donde los recientes enfrentamientos forzaron a 6,8 millones de personas a abandonar sus casas. Más la crisis en Birmania.
Cambio climático
Otro factor importante para que haya millones de desplazamientos forzosos y que pone en riesgo los derechos básicos de las personas refugiadas y desplazadas es la crisis climática.
Por eso, en el marco de la iniciativa Ponchos Azules por el Clima, ACNUR cambió los colores del símbolo, el Poncho Azul, por los de las ‘rayas del calentamiento global’, creadas por el científico Ed Hawkings.
El cambio climático impulsa millones desplazamientos forzosos año a año y pone en riesgo la supervivencia de aquellos que ya han huido de la guerra, la violencia y la persecución: de los más de 110 millones de personas refugiadas y desplazadas en el mundo, casi el 60% vive en los países más vulnerables al clima.
De ahí que la Fundación ACNUR Argentina quiera alcanzar 2 millones de firmas a través de su iniciativa Ponchos Azules por el Clima, para presentar en la próxima Conferencia de Las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP29) e instar a los líderes del mundo a brindar soluciones para los desplazados climáticos.
La Tierra está 1,1 °C más cálida que a finales del siglo XIX. Esto provoca efectos como la desertificación, el aumento del nivel del mar y la creciente frecuencia y gravedad de fenómenos meteorológicos, que atentan contra el disfrute de los derechos humanos, incluidos el derecho a la vida, al agua y al saneamiento, a la alimentación, a la salud y a una vivienda adecuada.
Frente a estas situaciones, muchas personas se ven obligadas a escapar: en 2023, el 56% del total de los desplazamientos internos forzosos fueron causados por desastres naturales, casi seis millones más que los causados por conflictos y violencia.
Los que menos contaminan sufren los efectos
Los países y las comunidades que menos contribuyen al calentamiento global son los que más padecen su impacto negativo: alrededor del 70% de los desplazados internos por conflictos, el 60% de los apátridas y el 40% de los refugiados viven en países frágiles y/o afectados por conflictos que se encuentran entre los más vulnerables y menos preparados para adaptarse al cambio climático.
Ante la emergencia climática y humanitaria, Fundación ACNUR Argentina convoca a toda la sociedad a sumarse a los Ponchos Azules por el Clima, firmando en ponchosazules.org.
Las firmas serán entregadas en la próxima Conferencia de Las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP 29), que se llevará a cabo a partir del 11 de noviembre en Bakú, Azerbaiyán, con el fin de exigir a los líderes mundiales medidas urgentes contra el cambio climático.