Camila Lattanzio ingresó a la casa de Gran Hermano dispuesta a revolucionarla. Extrovertida e intensa, todavía no logra hallar su lugar de pertenencia en el reality de Telefe. Sobre todo, entre las mujeres, quienes no querían compartir la habitación con ella. Y en medio de la hostilidad que recibió, la joven oriunda de Ituzaingó reveló el doloroso motivo por el que no puede dormir sola.

A un año de la muerte de su padre, para la pianista y cantante de 21 años todavía es muy difícil conciliar el sueño. Por este motivo, Julieta Poggio -quien se había mostrado muy afectada por su ingreso- se solidarizó con ella y la acompañó en una siesta en el sillón, algo que fue valorado en las redes sociales.

"Chicos yo sé que Julieta los últimos días tuvo comentarios fuera de lugar hacia Cami, pero en el fondo no es mala, Cami dijo que desde que falleció su papá no le gusta dormir sola y Julieta fue la única que se fue a dormir con ella en los sillones", publicó una fanática desde una cuenta de Twitter dedicada a la modelo.

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Por otra parte, en las redes sociales se instaló una polémica alrededor de la edad de la participante. Si bien ella asegura que tiene 21 años, sus compañeras no le creyeron. "Parece más grande, como de 26", arriesgó Julieta, pero la rubia se mantuvo firme. Sin embargo, los televidentes no tardaron en buscarla en sus perfiles de Instagram y Facebook, donde tiene registrado 1990 como su año de nacimiento, lo que significaría que en realidad tiene 32.

Por el momento no se sabe el motivo de esta contradicción, pero lo cierto es que Camila entró dispuesta a jugar. Durante sus primeros minutos en la casa alegó que se había ido de viaje y que por eso no conocía los nombres de los "hermanitos". Y aunque Florencia, su hermana gemela, confirmó que sus vacaciones realmente existieron, su acercamiento a Marcos Ginnocchio -uno de los favoritos del público- no parece una coincidencia.