Cillian Murphy, el actor reconocido por su interpretación en la aclamada biopic Oppenheimer, dirigida por Christopher Nolan, se alzó con el Oscar a Mejor actor. Si bien era el favorito para llevarse la estatuilla, había otro intérprete en la mira: Paul Giamatti por su actuación en The Holdovers. Aunque todo apuntaba a que lo iba a ganar ya que anteriormente había conseguido el Globo de Oro, el BAFTA y el premio del Sindicato de Actores.  

El intérprete, que se dio a conocer que había aceptado el papel de J. Robert Oppenheimer antes de leer el guion, subió al escenario del teatro Dolby a dar su discurso al aceptar el premio. Allí confesó sentirse “abrumado” y reconoció que fue “el viaje más salvaje y emocionante”. Le agradeció a Christopher Nolan, a la productora Emma Thomas y a su familia. 

“Soy un irlandés orgulloso”, dijo también emocionado. Y para concluir, le dedicó el galardón a “todos los que luchan por la paz en todo el mundo”.