A sus 81 años, Juan Carlos López Mena, dueño de Buquebus, la línea marítima de ferrys que une puertos de Argentina y Uruguay atravesando el Río de la Plata, debió ceder en su pretensión de levantar un edificio de viviendas de 140 metros de altura en Colonia de Sacramento y reemplazar los planes por una construcción en altura más modesta, de 36 metros con 12 pisos, sobre la avenida Artigas, a pocos metros de la terminal portuaria de Colonia.

Mientras trabaja por levantar una inhibición de bienes que fue resuelta por la Justicia del orden de los 130 millones de pesos por haber comprado dólares con el subsidio del ATP, una ayuda otorgada por la administración de Alberto Fernández para pagar sueldos durante las cuarentenas decretadas por la pandemia de Covid-19, el gobierno uruguayo de Lacalle Pou, no le hace los  trámites fáciles para construir una terminal nueva en Montevideo que permita, por ejemplo, que los pasajeros no deban desembarcar y encontrarse con un tráfico de camiones  y vehículos de carga que no se detienen por ningún motivo y ponen en riesgo sus integridades físicas.

Ahora bien, López Mena se reincorpora y pone su mira en la ciudad de Colonia de Sacramento.

Una ciudad del suroeste de Uruguay, conocida por su Barrio Histórico, con calles de adoquines, rodeadas de edificios que datan de la época en que era un asentamiento portugués. Sobre el distrito histórico está el Faro de Colonia del Sacramento del siglo XIX, con vistas panorámicas del Río de la Plata. En las cercanías, se encuentra el Portón de Campo, que corresponde a los restos de las antiguas murallas de la ciudad.

Y, si bien las autoridades de Colonia se están preparando para atraer inversiones de empresas tecnológicas que podrían generar un boom de la construcción, que despierte el interés de muchas personas de trasladarse a vivir a 50 km de la costa de Buenos Aires y a 177 km. de Montevideo, el edificio pensado por los arquitectos del dueño de Buquebus no tenía la armonía que la intendencia proyectaba para la ciudad.

Lo insólito de la presentación en sociedad del proyecto, evento realizado en 2022, es que se hizo de manera precipitada. 

Cuando López Mena lo presentó ante la Junta Departamental de Colonia reconoció que no había realizado ningún estudio de mercado para analizar la factibilidad de llevar adelante un edificio de esas características en el lugar y afirmó: “con salvar la inversión nos conformamos”, aunque “capaz que esta torre significa mi tumba económicamente hablando”.

Pues bien, todo indica que el rechazo de los planes producido en 2022 le ahorró numerosos dolores de cabeza a López Mena, porque funcionarios de Colonia explicaron que "...una torre de 140 metros de altura en Colonia no se ajustaba al entorno o al paisaje; es una ciudad baja, con edificios de entre nueve y 15 metros, algo de 140 metros me parecía bastante desproporcionado", concluyó el director de Planificación y Ordenamiento Territorial de Colonia, Martín Avelino.

Por lo que las pretensiones faraónicas de López Mena debieron modificarse y los metros en altura reducirse. 

Finalmente, el proyecto que cuenta con el visto bueno de las autoridades de Colonia indica, que "se tratará de un edificio de 36 metros de altura con 12 pisos, y se tratará de una cuestión principalmente residencial, con 70 apartamentos y  casi 140 estacionamientos, ítem que le resultara , funcional para los vehículos que viajen a través de Buquebus, cuya terminal está muy próxima a esa zona.

Por lo que se puede decir que López Mena también ingresa al negocio de los garagistas. 

En diálogo con Café & Negocios del diario El Observador de Montevideo, el director de Planificación Avelino, afirmó que la intendencia ya pidió "la autorización a la Junta Departamental para que apruebe esta excepción de altura".

Los permisos para la construcción del edificio estarán aprobados dentro de aproximadamente un mes y la expectativa del inversor privado es que el edificio se pueda empezar a construir a fin de año. La obra tomará entre dos y tres años.

El proyecto económico del nuevo edificio se presentará en los próximos días, pero se estima que la inversión rondará los US$ 20 millones.

Una cifra mucho más modesta que la que tenía pensado erogar y que representa un nuevo contratiempo para López Mena,  a los muchos que debe afrontar antes de convertir en realidad su sueño de dominar el Río de la Plata. 

Mientras aguarda por un nuevo buque de propulsión ecológica valuado en 140 millones de dólares que será botado en Tasmania, López Mena no abandona la  idea de construir un hotel de lujo o ampliar la Dársena Norte en la ciudad de Buenos Aires. Aunque, primero, deberá resolver el "penoso estado" del ferry Eladia Isabel que debería tocar puerto en Montevideo y que se encuentra sin operar por cuenta y orden de los agentes aduaneros que conduce Guillermo Michel.