Wenance está cada vez más cerca de la liquidación de sus bienes
La estrategia del CEO y fundador de la fintech Wenance, Alejandro Muszak, de presentar a su firma en concurso de acreedores sumó un nuevo rechazo de la jueza Gabriela Paladín. En Uruguay se sumaron 55 nuevos presuntos estafados.
Mientras que los inversionistas y ahorristas de Wenance siguen sumando demandas contra la empresa de servicios financieros tecnológicos, como sucede en la ciudad de Rosario donde el estudio de abogados "Arroyo-Barbarach" contabilizó que los acreedores afectados en la ciudad son más de 500 y, en Montevideo, Uruguay, donde el abogado Juan Antonio Rodríguez patrocina a 55 nuevos denunciantes por una cifra mayor a los 3 millones de dólares, en San Isidro la jueza Gabriela Paladín rechazó, por segunda vez, su presentación a un concurso de acreedores.
El concurso de acreedores se aplica cuando el deudor no es capaz de satisfacer las deudas por sí mismo. O bien cuando prevé que en el corto o medio plazo no va a poder satisfacerlas. Así, a través de un proceso judicial, se busca el acuerdo entre el deudor y los acreedores, acordando quitas o esperas.
Si bien, asesores del dueño de la financiera Alejandro Muszak, insisten en que tienen la intención de honrar sus deudas y, como afirmó el propio Muszak el 8 de agosto pasado de manera pública, tiene pensado ofrecer un plan de pagos viable para los 8.000 acreedores de la compañía, éstos últimos comienzan a sentirse estafados y abren expedientes para que se investigue esa causa teniendo en cuenta que los días pasan y nadie responde por sus acreencias.
Dábamos el ejemplo de dos ciudades que cobijan a varios presuntos estafados, Rosario y Montevideo. Por ejemplo, en la provincia de Santa Fe se calcula que hay más de mil casos, mientras que en Uruguay, la cifra supera los 300 damnificados por un monto en dólares de más de 10 millones. En la otra orilla del "charco" estos expedientes que se tramitan en la Justicia uruguaya constituyen una demanda que no tiene precedente en la historia reciente del vecino país.
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En Argentina, los afectados son más de 4.000 ahorristas perjudicados por un total cercano a los 20.000 millones de pesos, que es la cifra a reestructurar. Hay inversionistas muy nerviosos que también depositaron su confianza en euros porque provienen de España y Portugal.
La apuesta de la compañía Wenance S.A. de capitales nacionales, líder en el otorgamiento de créditos on line a clientes no bancarizados, usualmente de bajos recursos, salió mal como era previsible, teniendo en cuenta el difícil momento económico de la Argentina que atraviesa un período de alta inflación y pérdida del valor de su moneda lo que impacta de lleno en los ingresos de la gente y, en especial, de aquellos que toman créditos a tasas altas.
Ahora bien, el problema con los fideicomisos se produce en aquellos que no son regulados por la Comisión Nacional de Valores (CNV). Una fuente de la city financiera explicó a NA que "esos fideicomisos, cuya característica principal es que se constituyen a partir de un patrimonio separado de la compañía que lo genera, para poner en marcha un proyecto a través de esta herramienta y que sus acreedores presentes o futuros no puedan reclamar derechos sobre los bienes del fideicomiso, estaban pensados para poner foco en la población no bancarizada que ante la crisis económica dejaron de pagar y se volvieron morosos arrastrando todo el sistema".
Por otra parte, Wenance posee otros dos fideicomisos, pero estos son públicos y tienen un Agente de Liquidación y Compensación (ALYC) y son regulados por la Comisión Nacional de Valores (CNV), a diferencia de los que ingresaron en cesación de pagos de sus intereses.
Pero, el esquema de negocios de Wenance S.A., que a su vez arrastra a las comercializadoras como sucede en la provincia de Córdoba donde la empresa Big Capital Investments, se encuentra en problemas y cerró sus puertas en la ciudad de Córdoba, se hundió cuando la morosidad de los tomadores de préstamos fue generalizada.
Entre los abogados patrocinadores de los que se declaran estafados tienen la sospecha que se trató de "un tipo de maniobra fraudulenta", atento a que la empresa conocía y estaba al tanto de la mora de sus clientes e igualmente siguió buscando inversores para que sostengan sus operaciones futuras a sabiendas de esta imposibilidad que iba a sobrevenir, en algún momento de la devolución de los fondos.
Un clásico esquema Ponzi. Un esquema Ponzi es una forma de estafa piramidal que atrae a los inversores y paga utilidades a los inversores anteriores con fondos de los ahorristas más recientes hasta que surge una crisis y, al revés del mensaje cristiano, los últimos no serán los primeros y serán los perjudicados.
En parte, esa presunción podría estar operando en el nuevo rechazo de la jueza sanisidrense Paladín que vuelve a darle un revés estruendoso a los abogados de Muszak.
La primera vez que la magistrada rechazó el pedido de apertura del concurso de acreedores, la jueza escribió, “la competencia para entender en las presentes actuaciones" no puede ser avalada porque la firma tiene su domicilio en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, en la calle Vuelta de Obligado 1947, y no en la localidad bonaerense de Vicente López, como informaron los letrados al formular la presentación.
Posteriormente, al realizar un análisis de los hechos, la magistrada afirmó que Wenance debe ser calificada como una entidad financiera y no como una sociedad comercial. A partir de esto, se indica que está sujeta a la ley de Entidades Financieras y que la competencia para resolver esas cuestiones es de la Justicia federal.
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Los abogados de la financiera protestaron y la Cámara de Apelaciones les dio la razón y volvió a solicitarle a Paladín que analice el pedido de apertura del concurso.
Sin embargo, volvió a rechazarlo y, esta vez, por entender que existen "inconsistencias en sus presentaciones, información parcial, diferencias no explicadas en operaciones con empresas vinculadas que impiden conocer la trazabilidad de los fondos, entre otras causas que dejó escritas en su fallo del 18 de septiembre y que constituyen razones suficientes para que Wenance no califique dentro de los parámetros exigidos en la Ley de Concursos y Quiebras.
Una vez más no hay concurso preventivo para Wenance y no es un dato menor porque su estrategia es conseguirlo y no caer bajo el dictado de la Ley de Entidades Financieras, que pertenece al ámbito de la Justicia Federal y que puede terminar con la liquidación de la fintech lo que involucraría la venta de los activos y cancelación de pasivos, con una entidad residual para el cobro de activos pendientes de ingreso.
Según fuentes consultadas cercanas a los directivos de Wenance, los abogados defensores volverán a apelar para que la jueza Paladín acepte el concurso mientras que los ahorristas esperan resignados algún tipo de resarcimiento económico.