Productores del Noreste dejan de plantar cítricos por baja rentabilidad, falta de mano de obra y problemas climáticos
Sólo en Misiones la producción cayó cerca de la mitad. A pesar de haber sido un negocio rentable, los productores argentinos prefieren cambiar y sembrar yerba mate.
El productor misionero Ricardo Ranger había filmado días atrás como las naranjas y limones de su campo se pudrían en el suelo porque no había personal que realizara la zafra. Dejó que se echen a perder 1,5 millones de kg. de limones y 200.000 kg. de naranjas debido a la falta de mano de obra que recolecte los frutos de sus plantaciones.
Pero el dilema al que se enfrentan los productores que deben o contratar en negro, con los riesgos judiciales y laborales que conlleva esa acción, o perder su producción, no es el único problema que está jaqueando a algunos de los productos más importantes de las economías regionales de nuestro país.
El descenso de los volúmenes producidos de cítricos, de un 15% en comparación con el año pasado, lo explica José Carbonell, el titular de la Federación Argentina del Citrus (Federcitrus): “Esta pérdida de volumen se vio reflejada en los limones que se envían a Europa desde el mes de junio. Una de las principales causas fue el clima, tuvimos un invierno frío y una primavera y comienzo de verano muy secos, lo que provocó la caída en la producción respecto al año pasado”.
Sin embargo, el desaliento a la siembra de cítricos no se produce sólo por el clima que puede generarle complicaciones a cualquier producto sembrado. Otro de los factores que ha influido es la falta de rentabilidad.
En Misiones el hilo se corta por lo más delgado, los pequeños y medianos productores citrícolas tuvieron un trienio reciente para el olvido y han comenzado por tumbar plantas de mandarinas, pomelos, naranjas y limones para hacer lugar a nuevos sembradíos. Miran con mucha atención el mercado de la yerba mate que mueve mucho dinero al contado, al revés de la demora en los pagos que, denuncian, se producen con los cítricos. Muchos productores no descartan comenzar a criar ganado ante los costos, impuestos y escasas ganancias que producen las chacras con cítricos sembrados.
El plantador, Diego González, explicó al diario El Territorio de Misiones que la desilusión que lo embarga viene por los pagos que se fueron demorando y generaron incertidumbre. “El problema fue que se fueron estirando los pagos y no se dijo cuándo se va a cancelar. Preguntamos varias veces cuándo nos van a pagar y desde la cooperativa no nos dan ninguna certeza. Pedimos reunirnos y no nos atienden. Ahora nos estamos juntando con productores de otras zonas como San Vicente, Fracrán, Dos de Mayo, El Soberbio, todos están con problemas y están tumbando sus plantas”, denunció.
Se trata de un productor que posee algunas hectáreas con mandarina okitsu, nadorcott y naranja valencia. Pero ante los bajos precios, está proyectando, como sus vecinos, cambiar de actividad.
Ricardo Ranger, el mismo productor que explicó por carta al Presidente Alberto Fernández la situación insostenible que existe para el empresario que quiere contratar en blanco a los trabajadores de la zafra y no puede hacerlo porque los recolectores no quieren perder sus subsidios, se solidarizó con lo que sufren los agricultores que cobran un año después que les venden sus cosechas a las cooperativas a un precio de $3 a $5 por kilo para los colonos.
“Entiendo que pequeños productores comiencen a abandonar los cítricos por la demora y la falta de buenos precios. Muchos que tienen hasta 10 hectáreas prefieren apostar a otros productos. En nuestro caso no lo podemos hacer de ninguna manera. Yo tengo 70 hectáreas de limones y se trata de una inversión que realicé a largo plazo. La planta tarda cerca de 10 años en dar rentabilidad. Con la yerba mate pasa algo similar, tarda entre 6 y 7 años. Son inversiones a muy largo plazo y yo no me puedo dar el lujo de arrancarlas para sembrar otra cosa, si hago eso me termino de fundir, a pesar que hace 7 años que no se paga en tiempo y forma. Hay casos donde la cooperativa tarda un año en efectuar el retorno y, por supuesto, nunca está actualizado por la inflación. En el último año del gobierno de Macri casi quiebro”.
En el sector exportador, Santiago Caprarulo, director ejecutivo de la Cámara de Exportadores de Citrus del Noreste Argentino (CECNEA), explicó a NA: “Desde el punto de vista de las ventas al exterior, un 25% de lo que se produce en cítricos tiene que ser exportado para que no se depriman los precios internos, esta cuestión, al margen de los vaivenes de los precios internacionales que le dan mucha volatilidad a las cotizaciones durante el año. Hay que tomar como parámetro que hace una década teníamos el doble de hectáreas plantadas y haber perdido hectáreas plantadas está mostrando que se volvió una actividad muy complicada para gente que está desde hace dos o tres generaciones en el negocio y comenzaron a diversificar su producción. Desde la forestación hasta la ganadería y abandonando un negocio muy bueno que en algún momento anduvo muy bien y que tiene todo el potencial para andar bárbaro”.
Consultado acerca de cuáles son los factores que faltan para que el sector vuelva a ser pujante, Caprarulo sostuvo: “Falta una política de estado relacionada con la frutihorticultura que abarque el tema laboral, la materia de comercio exterior para conseguir llegar de manera más competitiva a los mercados externos y evitar que el mercado interno quede inundado de fruta. Caímos a la mitad en volumen de exportación en diez años, desde el 2011 venimos cayendo, y los competidores sólo crecieron. Inclusive aparecieron nuevos exportadores como Perú que no existía y, hoy por hoy, está exportando lo mismo o más que nosotros. Esa es la realidad. La gente que represento en CECNEA no se va a ir de la actividad pero podría estar mucho mejor y dando mucho más trabajo que genera arraigo y trabajo tecnificado que no te la da cualquier actividad del agro”.
Caprarulo coincide con Ranger respecto al tema laboral, durante la zafra, en la parte de la cosecha, que el gobierno tiene que tomar medidas para que el personal que quiera trabajar no tenga miedo de ser registrado por perder un plan social. Hay una paradoja enorme que se observa en el temor a conseguir un trabajo en blanco y perder inmediatamente un beneficio social.
Ricardo Ranger expresó a NA: “Yo le envié el video con los limones en el suelo sin recoger al Presidente, sus asesores conocen la situación y sé que se están ocupando pero lo que sucede con el sector citrícola ocurre en muchos casos en todo el país. Estamos ubicados a 60 km de las Cataratas del Iguazú y estamos cerca de la frontera con Paraguay. Permítame decirle que Paraguay no es el país atrasado de hace años. Paraguay se ha convertido en el cuarto productor mundial de soja, en un referente del mercado vacuno y no tienen un metro cuadrado que esté libre de algún cultivo. Allí, se apoya el trabajo y la producción y están obteniendo buenos resultados. La única salida que tiene la Argentina es la de volver a apoyar la producción y el trabajo o seremos irrelevantes”.