El economista Felipe De la Balze afirmó que Argentina, deberá integrarse al mundo en un contexto político, económico, tecnológico y comercial mundial distinto, y lo que no logró cuando era fácil lo "deberá hacer en un contexto más difícil”.

El Consejero Académico de Libertad y Progreso describió la situación actual y analizó las posibilidades de Argentina frente al comercio internacional ante el auditorio del Hilton en la primera jornada de “El renacer de la libertad en Argentina y el mundo” organizado por la Fundación Libertad y Progreso.

Argentina está aislada del mundo, y debe integrarse para lograr desarrollarse y crecer. El economista brindó cuatro datos para dar un panorama del estado de situación.

Observando el grado de apertura de argentina en el mundo, el país se encuentra entre los más cerrados al comercio. Si se analiza la participación en la economía mundial, es cada vez más baja. “En 1950 éramos el 2,5% de la torta de la economía, hoy el 0.25%, diez veces menos”, afirmó el economista.

El tercer dato da la calidad del comercio internacional: “un patrón de comercio sumamente concentrado con pocos productos (en su mayoría agrícolas), con pocos países y pocas empresas”.

Por último, remarcó una inversión extranjera directa mucho menor que los vecinos, “La mayoría es reinversión de utilidades en especial en el litio y minería”. Un panorama negativo que viene de muy largo plazo.

Con estos datos comenzó la charla Felipe De la Balze y encontró las causas en la mala macroeconomía, esa que el Gobierno intenta acomodar fervientemente. “La economía debe funcionar bien domésticamente, pero la inflación permanente, los déficits fiscales exorbitantes, los gastos públicos en exceso, el incumplimiento de contratos y defaults, son una enfermedad para Argentina que nos aísla del mundo.”

El desafío será entonces ordenar la macro, lograr estabilidad, desregular, y ahí abrirse al mundo.  Pero ahí está el otro desafío, a que mundo se abre. “Entender dónde va el mundo.  Sobre todo, en los últimos 5 años. La globalización que conocemos ha cambiado por la competencia entre China y Estados Unidos. Estados Unidos quien estuvo al frente de la globalización ha comenzado a subir aranceles a productos y tecnologías chinas, primero con Trump luego con Biden y se están volviendo proteccionistas.

“Hemos entrado en un mundo en que los principales jugadores están jugando un juego diferente al de los últimos 40 años. Argentina deberá sortear el desafío de abrirse en un contexto político, económico, tecnológico y comercial distinto. Lo que no hicimos cuando era fácil lo deberemos hacer cuando es difícil”, recalcó De la Balze.

La salida al futuro, según de la Balze, estará en mayores tratos bilaterales, como en principios del siglo XX cuando el país firmó alrededor de 20 y tenía un gran nivel de exportaciones.  Hay que facilitarle el camino a sectores como la minería, la agricultura, para que puedan invertir sin restricciones para crecer. Habiendo hecho eso, van a aparecer muchos otros sectores. Si le damos el marco adecuado.

En ese ámbito indicó que el Mercosur debe reformarse ya que el comercio intramercosur es muy modesto y limita demasiado a los países para acordar unilateralmente.

En ese sentido De la Balze ve positivo la propuesta uruguaya en la que el Mercosur sea una zona de libre comercio, y recuperen los miembros participantes la autonomía del comercio internacional. “Aumentar comercio interno, pero permitir a cada uno de los países que negocien lo que quieran. Creo que es más seguro y probable”, cerró.