El presidente Javier Milei realizó un aporte “clave del cambio cultural en la Argentina” al haber centrado su discurso “más en el argumento moral que en el económico”, sostuvo hoy el presidente de la Fundación para el Progreso de Chile, Axel Kaiser.

En la primera jornada del Foro “Renacer de la libertad en la Argentina y el mundo”, organizado por la Fundación Libertad y Progreso, Kaiser compartió un panel con Alberto Benegas Lynch (hijo), de la Academia Nacional de Ciencias, y Deidre Mc Closkey, del Cato Institute.

Benegas Lynch, padre del diputado homónimo, criticó la existencia de los bancos centrales en el mundo y manifestó haber experimentado un “orgasmo intelectual” cuando Milei “comenzó a machacar con la eliminación” de ese ente monetario.

Asimismo, consideró a la inflación “una estafa a la gente más necesitada” y “un impuesto no legislado”.

Al referirse a “la cultura de la libertad”, Mc Closkey indicó que la idea fundamental del liberalismo es “la igualdad del permiso”, a diferencia de la igualdad de resultados y de oportunidades expresada por los partidarios del socialismo y que sostuvo “no funcionan para la sociedad en su expresión ampla” sino solamente para “pequeños grupos”.

Benegas Lynch aseguró haber tenido “una enorme vergüenza” con las manifestaciones a favor del grupo terrorista Hamas en universidades de Estados Unidos, “otrora baluarte del mundo libre”. También destacó las disidencias dentro del espacio liberal, al señalar que “no somos una manada y detestamos el pensamiento único”.

En su exposición, Benegas Lynch recordó que medio siglo atrás ya había advertido que “ningún banco central ha preservado el valor de la moneda en la historia de la humanidad” y citó una frase del Premio Nobel Milton Friedman, quien dijo que “el dinero es un asunto demasiado importante para dejarlo en manos de banqueros centrales”.

Por tal razón, abogó por la eliminación de esa institución y coincidió con la propuesta anunciada por Milei desde la campaña electoral previa a su asunción presidencial de eliminar el Banco Central. “Eso me produjo un fenomenal orgasmo intelectual”, confió.

Por su parte, Mc Closkey defendió al liberalismo al sostener que desde sus inicios “se opone a la antigua idea de las jerarquías, en las que el rey siempre ganaba y las mujeres siempre perdían”. Pero alertó que esas situaciones no son cosas del pasado, ya que en la actualidad, “en la Argentina, en Estados Unidos y el mundo “existen amos que se creen inteligentes” y los equiparó con “aquellos reyes”.

A su turno, Kaiser se refirió a la “batalla cultural” entre liberalismo y socialismo y consideró que el error de los primeros fue no haber aprendido de los filósofos de izquierda que “tuvieron el coraje de ser utópicos” y presentarse en base a los preceptos de Karl Marx, que “prometió una utopía de amor fraternal”.

Por el contrario, el liberalismo incurrió en el error de un “reduccionismo económico” y en que, mientras el Estado no interviniera “no nos importa el resto”. “Hemos perdido el alma del liberalismo clásico, que es el arma capaz de seducir”, planteó. 

Por consiguiente, valoró el aporte de Milei, que a su juicio ha puntualizado “más el argumento moral que el económico y esa es la clave del cambio cultural en la Argentina”, en una región como América Latina, donde “la alternativa marxista se encuentra más viva que en cualquier parte del mundo”.