Si en el sindicalismo existen “castas”, en el sector aeronáutico, Ricardo Cirielli intentará acercarse, jamás superar, a algunos colegas suyos que tienen récord de permanencia dignos del Guinnes como Jorge Sansat, del gremio aeronáutico de entes privados que representa al personal de aerolíneas extranjeras y logró su secretaría gremial en 1975 cuando Isabel Perón asumía la Presidencia.

Más joven, Cirielli, de 62 años, conduce el gremio de los técnicos aeronáuticos desde hace 31 años con alzas y bajas y llega a esta elección sindical con denuncias a integrantes de su comisión directiva, impugnaciones en el ministerio de Trabajo y rumores acera de su salud.

La Asociación de Personal Técnico Aeronáutico (APTA), es uno de los gremios más poderosos de la actividad aérea capaz de dejar en pista ante una eventual huelga, a cientos de vuelos como sucedió durante el gobierno de Cambiemos de Fernando De La Rúa cuando Aerolíneas Argentinas era conducida por los ejecutivos de Iberia, acusados por los sindicatos aéreos de ser vaciadores de la línea de bandera.

Por aquellos días, APTA, con Cirielli a la cabeza, fue el gremio que más férreamente se opuso a las condiciones que pretendía imponer el grupo español y que de haber prosperado habría culminado con la quiebra de la aerolínea.

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Ahora bien, el desgaste parece haber sido inevitable y, cuando restan quince días para las elecciones en el sindicato, han surgido numerosos cuestionamientos a la conducción del gremio y de la lista Naranja que busca su reelección.

Para las elecciones del 27 de octubre se oficializaron dos listas: la Naranja, identificada con el oficialismo que representa al actual secretario general Cirielli y la Celeste que lleva como candidato a Cristian "Pocho" Prado, alineado con sectores del PO y de la izquierda y del moyanismo con fuerte presencia en otro gremio aeronáutico, AAA (Asociación Argentina de Aeronavegantes) de Juan Pablo Brey.

Sin embargo, surgieron dudas y rumores acerca de la participación electoral de Cirielli por problemas de salud que fueron desmentidos en su entorno.

Por lo que deberá afrontar las denuncias realizadas en la sede laboral por los integrantes de la lista Celeste que contabilizaron, más de 850 impugnaciones realizadas al padrón oficial presentado por la Junta Electoral ante la Dirección de Asociaciones Sindicales. Para Cristian Prado “…se trata del 25% del padrón de afiliados, que son truchos”.

Por este tema, el 5 de octubre pasado, los delegados de Cirielli no se presentaron a la audiencia establecida por la directora de asociaciones sindicales, Mónica Rissotto.

La oposición a Cirielli tiene además sus reservas con la figura de Mario Corbalán integrante de la Junta Electoral del gremio y socio de Fernando García, integrante de la Comisión Directiva de APTA, que fue involucrado en un sonado caso de contrabando investigado por el juez federal, Federico Villena, desde el año 2018.

En esos hechos se desbarató a una banda muy organizada e integrada por gremialistas, barrabravas del fútbol y empleados de tres sectores del Aeropuerto Internacional. Una causa que, junto a los casos de valijas robadas, sectores delictivos en Ezeiza, conocidos como los “abrevalijas”, golpearon la imagen de Aerolíneas Argentinas durante los últimos años.

Los hechos ilícitos investigados ocurrieron, según el expediente judicial, desde fecha incierta, pero cuanto menos a partir del 27 de abril de 2017 hasta el 9 de julio de 2018, cuando se produjeron las detenciones que tomaron estado público de forma inmediata.

El fiscal General ante el Tribunal Oral en lo Criminal Federal N°2 imputó a Luis Alberto Vera, Franco Nicolás Aguirre, Patricio Nicolás Beninca, Rubén Darío Bernal, Silvio Mariano Isea, Pablo Daniel Calderón, Juan Ezequiel Cortes y Pablo Daniel Yabe por haber tomado parte en una asociación ilícita, cuyo jefe era Luis Alberto Vera, que disponía de una estructura estable para hacerse de objetos electrónicos y/o tecnológicos tales como: teléfonos móviles, tablets, sistemas de geoposicionamiento (GPS), parlantes portátiles, notebooks, cámaras fotográficas y de video, como así también, relojes, perfumes, anteojos para sol, bijouterie y botellas de whisky, los cuales eran sustraídos a sus propietarios en el ámbito del aeropuerto de Ezeiza, para luego comercializarlos de manera ilegítima.

Fuentes de la investigación señalaron a NA que “la base de operaciones de los contrabandistas de Aerolíneas es el hotel  Premiere de Fort Lauderdale en el oeste de Palm Beach, Miami”.

Sin embargo, la investigación llevaría a mostrar que no se trataba de empleados de bajo rango por el contrario se Imputo a Fernando Daniel García, empleado público de Aerolíneas Argentinas, y a José Miguel Pastor, funcionario del servicio aduanero en el aeropuerto internacional de Ezeiza, por haber ocultado y disimulado mercaderías del tipo herramientas, en su mayoría, las cuales debieron ser sometidas al control aduanero, con motivo de su importación.

Ello ocurrió, cuanto menos, desde el 27 de abril de 2017 hasta el 7 de junio de 2018, período en el cual García registró movimientos migratorios entre nuestro país y Estados Unidos de América.

Lo insólito es que Fernando García continúa desempeñándose como vocal titular de la comisión directiva de APTA que lidera Cirielli. Un hecho que le permite continuar cobrando una remuneración acorde con su representación sindical.

La comisión directiva que lidera Cirielli hasta el año 2023 no parece estar exenta de problemas. El 3 de marzo de 2020 debió suspender, de manera permanente, a Jorge Álvarez, secretario gremial del sindicato, cuando quedó detenido por una causa que investiga el intento de contrabando de 87,5 kilos de cocaína desde el aeropuerto internacional de Ezeiza.

Todas cuestiones que ponen en duda el resultado de las próximas elecciones en el poderoso gremio de la Asociación del Personal Técnico Aeronáutico.