La Unión Industrial Argentina alertó sobre el "incremento" de la presión tributaria que significa el anticipo extraordinario del Impuesto a las Ganancias para las empresas, y advirtió que podría "poner en riesgo" la recuperación económica.

"La medida compromete y abarca a muchas empresas medianas del sector industrial", advierte un informe reservado que la central fabril distribuyó entre sus socios, al que accedió Noticias Argentinas.

La resolución 5248/2022 de la AFIP estableció un anticipo adicional de impuesto a las Ganancias para las compañías que cumplan determinados requisitos: será del 25% del impuesto del año anterior o del 15% del resultado impositivo en caso de que no haya habido impuesto a pagar.

En ambos casos, abarca a empresas que hayan tenido impuesto a pagar igual o mayor a $100 millones, o resultado impositivo antes de quebrantos mayor a $300 millones.

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"La medida compromete y abarca a muchas empresas medianas del sector industrial. Si se tienen en cuenta las escalas de facturación para ser considerada mediana empresa en el sector industrial (hasta $7.046.710.000 se considera mediana tramo II), solo con presentar 5% de rentabilidad antes de impuestos sobre facturación una empresa mediana tramo II quedaría abarcada por la medida (superaría los $300 millones)", explicó la central fabril
en un informe que recibieron sus socios.

E indicó que, de esta forma, el "universo de empresas industriales alcanzado representa el 54% del empleo formal y el 70% de la masa salarial. A su vez, el universo de empresas alcanzadas llega a cerca del 84% del total de exportaciones". La UIA se quejó de que este no es el primer incremento en la presión tributaria, ya que se suman las "trabas" en el comercio exterior.

Según la entidad, el anticipo extraordinario de Ganancias profundiza la falta de previsibilidad necesaria para la recuperación de la economía e incrementa el costo financiero del sector productivo, en un "contexto de grandes dificultades para obtener recursos que permitan financiar proyectos productivos".

"Adicionalmente, compromete la situación a futuro, ya que adelanta recursos que se obtendrían a mediados del 2023 y que, de implementarse esta medida, no se percibirán el año que viene, introduciendo de esta forma un nuevo factor de imprevisibilidad respecto de los mecanismos que se diseñarán a futuro, con mayor presión tributaria potencial para el financiamiento de las cuentas públicas 2023", señaló.

Y alertó que "un nuevo cambio en las reglas del juego del impuesto a las ganancias agudiza la incertidumbre y afecta la previsibilidad que necesita el sector productivo: sería la quinta modificación relevante del impuesto a las Ganancias de empresas en los últimos 10 años, y la segunda en un año".

La medida, aseguraron en la UIA, puede llegar a duplicar los anticipos que las empresas tengan que pagar en 3 de los 10 meses. 

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Además, el informe dice que "aquellas empresas que hayan invertido en el país verán comprometida su situación debido a que a esta altura del año ya han organizado el flujo de su caja y tienen pagos comprometidos, por lo que una modificación en los anticipos de Ganancias en muchos casos generaría demoras en los pagos a proveedores o dificultades para afrontar pagos de deuda para hacer frente a este nuevo vencimiento de AFIP".

Por otro lado, indicó que como no se computarán los quebrantos que hayan tenido las empresas, no solo obligará a pagar anticipos a empresas que de otro modo no les correspondía, sino que podrá ocurrir que el anticipo lo paguen empresas que luego no tengan impuesto a pagar por el período en cuestión.

"Esto puede resultar en obligar a empresas que están financieramente comprometidas a pagar un anticipo de un impuesto a las ganancias que no existirá, y por lo tanto complicar aún más su situación en lugar de acompañarlas en la recuperación", señaló.

El informe de la UIA consignó que "al no poder compensar la obligación con saldos a favor existentes, ni solicitar la reducción de este nuevo anticipo, no solo se vulneran derechos de las empresas sino que no se contempla la posibilidad de que las empresas atenúen el perjuicio de una obligación que no concuerde con su capacidad económica".

"Empresas que tengan saldo a favor con AFIP no lo podrán utilizar para pagar la nueva obligación, profundizando la inmovilización de estos saldos e incluso incrementándolos cuando tampoco se determine impuesto a pagar en el ejercicio por el que se pagan los anticipos", advirtieron.