J.P. Morgan analiza la desaceleración de la inflación: ¿qué se espera para el 2025?
El banco proyecta una inflación mensual promedio del 3,7% para el cuarto trimestre de 2024.
El gigante financiero J.P. Morgan emitió un informe en el que celebra una leve desaceleración en la inflación de la Argentina, aunque subraya que la dinámica de precios sigue siendo un tema crucial para la economía del país. A pesar de que el Índice de Precios al Consumidor (IPC) de septiembre mostró una disminución, el banco alerta sobre los desafíos estructurales que persisten.
El informe señala que la inflación mensual en septiembre fue del 3,5%, en línea con las expectativas de J.P. Morgan y por debajo del 4,2% registrado en agosto. Este descenso fue impulsado por la baja en los precios de los alimentos, la reducción del impuesto PAIS y la desaceleración de los precios regulados.
A pesar de estas señales positivas, el informe advierte que la inflación subyacente, que excluye alimentos y energía, sigue siendo elevada. Aunque cayó al 3,3% en septiembre, el nivel más bajo desde enero de 2022, la inflación anualizada supera el 200%.
J.P. Morgan analiza el comportamiento de otros sectores de la economía. Mientras que los muebles y equipos para el hogar aumentaron un 2,7%, la ropa y el calzado experimentaron un alza del 6,9%, lo que refleja presiones inflacionarias en algunos bienes no regulados.
El banco proyecta una inflación mensual promedio del 3,7% para el cuarto trimestre de 2024, con un modesto repunte hacia fin de año y principios de 2025. Este aumento estaría vinculado a la transición hacia un nuevo marco de políticas y la unificación del mercado cambiario, un desafío clave para estabilizar la economía.
De cara al 2025, J.P. Morgan prevé una desaceleración gradual de la inflación. En un escenario de estabilización económica y un régimen cambiario sostenible, el banco estima que la inflación mensual podría reducirse al 2% promedio a lo largo del año, lo que se traduciría en una inflación interanual del 35% para finales de 2025.
Sin embargo, advierte que retrasos en la liberación de controles de capital podrían aumentar la presión inflacionaria, especialmente en un contexto preelectoral.