El ministro de Infraestructura, Guillermo Ferraro, defendió hoy en la Cámara de Diputados el “Régimen de Incentivos para Grandes Inversiones” en el proyecto de ley ómnibus, al sostener que es “un acelerador en la toma de negocios” para “adelantar un clima de negocios favorable” a este tipo de inversiones.

Al intervenir en el plenario de comisiones de la Cámara baja donde se desarrolla el debate por el proyecto de “Bases y Puntos de Partida por la Libertad de los Argentinos”, el funcionario nacional explicó que este régimen apunta a que “en los próximos dos años” se puedan “aislar” los proyectos de inversión de “las múltiples rigideces y regulaciones" desde el punto de vista tributario y cambiario.

Martín Menem recibe a Guillermo Ferraro.
Martín Menem recibe a Guillermo Ferraro.

“Indudablemente pensamos que va a ser abstracto este régimen cuando de aquí a dos años podamos levar a toda la macro las mismas condiciones que estamos planteando hoy”, señaló, tras reconocer que llevará “un tiempo para poder salir de esas rigideces" ya que “escasean las divisas”.

Según dijo Ferraro, “este proyecto es un acelerador de la toma de decisiones de quienes que están hoy decididos a invertir en el país si existe este marco jurídico”. 

“Queremos acelerar la decisión de inversión que sabemos que existe dentro de un portfolio de inversión tanto de empresas nacionales como extranjeras y que están de alguna manera deseando que se quiten los obstáculos para tomar la decisión inmediatamente”, enfatizó.

El ministro lamentó la situación de estrangulamiento de la inversión y lo atribuyó al “clima de restricciones” que hace que quienes desean invertir terminen dilatando la decisión.

Nosotros no venimos a administrar mejor las estructuras de este sistema sino que venimos a cambiar el sistema de estructuras”, definió sobre el corazón de la propuesta de gobierno de La Libertad Avanza.

“Es importante entenderlo de esa forma porque sino no se entendería el por que de la cantidad y la intensidad de los cambios que el Poder Ejecutivo está proponiendo”. 

“Nosotros queremos cambiar este sistema perverso de estructuras y no administrar mejor lo que está. Esto requiere un cambio cultural y esto requiere una claridad en el planteo y una perseverancia en el tiempo, y medidas y reglas que realmente cambien al sistema”, resumió.

Para Ferraro, “el cambio es para volver a ser un país normal porque tampoco planteamos un cambio hacia un modelo novedoso”. 

“Queremos volver a ser un país normal donde el empresario vuelva a ser empresario”, dijo, y luego explicó que la intención es que el empresario salga del rol de “prebendario” que le dieron durante décadas y vuelva a "asumir riesgos".

"Que asuman el riesgo y no estén supeditados a los que el Estado le va a dar a través de un contrato", amplió al respecto. 

Según consideró, “este empresario de un país normal debe tener un rol como animador y organizador de la sociedad”. 

“Es el rol creativo para ver las oportunidades y donde el Estado poco puede intervenir porque cuando interviene altera esa creatividad a través de esas regulaciones”, analizó.

A su criterio, “el argentino es un ser creativo por naturaleza y si lo dejamos en libertad nos va a sorprender con su capacidad de emprendimiento”.

“El sector privado y empresario debe convencerse de que tiene que volver a ocupar ese rol de iniciador, de emprendedor, de organizador, creador y al mismo tiempo el Estado debe retirarse de todo lo que puede hacer el sector privado, ocupando un lugar de orientador, retirando todos los obstáculos para que pueda funcionar correctamente esa creatividad del sector privado”, argumentó.

En otro orden, Ferraro planteó que Argentina “es rico en recursos naturales y hay mucho interés no solamente en la extracción de recursos naturales”. 

“Tenemos que pelear por la segunda parte que es la industrialización de recursos y para eso se necesitan indudablemente inversiones cuantiosas e infraestructura de caminos, energética, de logística”, señaló.

El funcionario indicó en ese sentido, que “las decisiones que se toman hoy requieren un tiempo de maduración”, y aclaró que “no es un negocio que genera un ingreso inmediato” sino que “requiere varios años” para ello.