En la Conferencia 2022 del Espacio Laborar, denominada “Desarrollo, producción y trabajo”, se analizó el impacto de la pandemia en el ámbito educativo y laboral, junto con las perspectivas que le deparan al escenario argentino en la materia, atravesadas por el constante avance de la tecnología.

El encuentro que se lleva a cabo en Parque Norte es promovido por diferentes gremios, como como el Sindicato del Seguro, la UOCRA, UPCN, Dragado y Cerveceros, con el objetivo de “abrir el debate entre diversos actores sociales, culturales, económicos y políticos, para reflexionar y discutir los desafíos, las urgencias y posibilidades del trabajo en la Argentina de hoy”.

En el panel titulado “La educación y el trabajo en la vida tecnológica” expusieron la docente e investigadora del Conicet, Flavia Costa y la socióloga y también investigadora del organismo dedicado a la promoción de la ciencia y la tecnología en el país, Claudia Jacinto.

Costa hizo hincapié en que el mundo está atravesando “un salto de escala”, producto de una aceleración cada vez más acentuada en los planos técnicos y humanos. En su mirada, “el signo más claro del último tiempo fue la pandemia”, que dejó en evidencia el transcurrir de las sociedades como “sistemas complejos con diseños opacos, que requieren construir saberes transversales”.

Asimismo remarcó el impacto de la digitalización en el marco de un mundo en el que “3 mil millones de personas no tuvieron conectividad en la pandemia”. En ese sentido, recomendó “pensar al mundo sistemáticamente para entender la digitalización” y señaló que “lo técnico atraviesa todas las esferas de nuestra actividad”, por lo que “la tecnología impacta también al que no está todo el día conectado”.

Además, puso el foco en que “la digitalización forzosa de dos años implicó la construcción de base de datos cuya utilización hoy no podemos imaginar” y advirtió que “no hay modo de proteger los datos personales”. 

Jacinto, por su parte, abordó el escenario en el que se debe afrontar el cambio tecnológico y aseguró que “en educación y trabajo las consecuencias de la pandemia no pasaron”. Por lo que consideró que “si no afrontamos esto, no podremos afrontar el cambio en la tecnología”.

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En su presentación, se focalizó principalmente en el ámbito educativo y a través de distintos indicadores indicó que “la pandemia no sólo agudizó desigualdades sino también las visibilizó”.

Al respecto, precisó que de acuerdo a la Evaluación Nacional del Proceso de Continuidad Pedagógica 2021, “alrededor de 70% del estudiantado sufrió limitaciones ligadas a la conectividad y/o al acceso a recursos electrónicos. Esta proporción es considerablemente más alta entre el estudiantado de menores recursos, que asisten a escuelas públicas y/o se ubican en ámbitos rurales”.

A su vez, “el 49% de los docentes señalaron limitaciones en la conectividad a internet”, mientras que “el 42% de los docentes remarcaron que la falta de recursos electrónicos condicionaron mucho el trabajo docente”.

En referencia a la desigualdad entre las escuelas públicas y privadas, aportó los datos del proyecto interinstitucional “PISAC COVID-19. La sociedad argentina en la post pandemia”, que arrojaron por ejemplo que las dificultades de los estudiantes para realizar actividades por falta de recursos alcanzó el 77% en escuelas públicas frente a 39% en escuelas privadas o que los estudiantes que a mayo de 2021 abandonaron o no pudieron mantener una asistencia regular llegaban al 53% en los colegios públicos, mientras que en los establecimientos de gestión privada estaban en el 26%.

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Jacinto aseguró que “el retraso que generó la pandemia en educación es de 10 años”, por lo que estimó que una década “nos va a llevar retomar el ritmo de aprendizaje y mejoramiento de la educación para llegar al punto en el que estábamos”.

Por otro lado, consideró que en la educación “el camino a fortalecer es el reconocimiento y la acreditación de saberes y competencias previas” y de la mano de eso, poder entender que “la gente no solo aprende siendo estudiante”.