Deflación: ¿Qué pasa si la inflación es negativa?
La deflación, o inflación negativa, ocurre cuando los precios bajan en general. Si bien suena positivo, puede frenar la economía, ya que los consumidores posponen las compras esperando precios aún menores.
A través de su cuenta de la red social X, el presidente Javier Milei recomendó el libro “Defendiendo la deflación” de Philipp Bagus y defendió la eliminación del Banco Central.
La inflación negativa, también conocida como deflación, se produce cuando el nivel general de precios de bienes y servicios en una economía desciende durante un período de tiempo sostenido. Aunque a primera vista puede parecer algo positivo, la deflación puede tener consecuencias negativas para la economía.
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Efectos de la deflación en el consumo:
En un contexto deflacionario, los consumidores pueden posponer sus compras a la espera de que los precios bajen aún más, lo que reduce la demanda agregada y frena el crecimiento económico.
Efectos de la deflación en las empresas:
Las empresas pueden verse obligadas a reducir sus precios para mantener la competitividad, lo que puede afectar negativamente a sus márgenes de beneficio. Esto puede llevar a recortes de producción, despidos e inversiones.
Efectos de la deflación en el endeudamiento:
La deflación aumenta el valor real de la deuda, lo que dificulta el pago de los préstamos para los hogares y las empresas. Esto puede llevar a un aumento de la morosidad y a una crisis financiera.
Efectos de la deflación en la política económica
Los bancos centrales pueden utilizar la política monetaria para combatir la deflación, como la reducción de los tipos de interés o la flexibilización cuantitativa. Sin embargo, estas medidas pueden tener efectos secundarios no deseados.
En resumen, la deflación puede ser un problema económico serio con repercusiones negativas en el consumo, las empresas, el endeudamiento y la economía en general. Los gobiernos y los bancos centrales deben tomar medidas para evitarla o mitigar sus efectos.