Cristina Kirchner y su realidad paralela
Las palabras de quién ha sido dos veces Presidente de la Nación dieron cuenta de lo alejado que está su pensamiento de la realidad.
La semana culminó con la reaparición de Cristina Fernández de Kirchner en un acto político, luego del atentado que sufrió el 1 de septiembre último. En el marco del plenario de delegados de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) la vicepresidente de la Nación tuvo la oportunidad de expresarse ante miles de personas y varios medios de comunicación que se dispusieron a seguir atentamente lo que tenía para decir.
Las palabras de quién ha sido dos veces Presidente de la Nación dieron cuenta de lo alejado que está su pensamiento de la realidad. Incluso durante todo su discurso se encargó de mostrarse alejada de las responsabilidades que pueda tener este Gobierno en relación a la triste situación que hoy atraviesa la Argentina. Resulta increíble que no haya hecho ninguna alusión al desastre económico y social que hoy vive el país como resultado de la gestión del Gobierno del que ella forma parte y de aquel que es pieza fundamental.
Según la vicepresidente, los únicos gobiernos que transmitieron felicidad y alegría, progreso y desarrollo, ahorro e inversión, parecen haber sido el de su compañero Néstor Carlos Kirchner y los dos en los que ella fue Presidente de la Nación. El resto parece solo importar a la hora de asignar responsabilidades por todos los males de la República Argentina.
Buena parte de las referencias y citas que realizó Cristina Fernández de Kirchner fueron inexactas o distantes de la realidad. Algunas desde ya resultaron más extravagantes que otras.
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Entre sus temas estuvo presente la cuestión monetaria. Intentó explicar que la culpa del “bimonetarismo” que reina en la Argentina es un problema de la sociedad “que piensa que parte de su vida pasa por el dólar”. Cristina Fernández de Kirchner, quién dolarizó todos sus ahorros en el año 2016 excusándose en que lo hacía por “no confiar en la política” hoy se queja de que quienes no confían en ellos se intenten refugiar en el billete verde.
También se refirió al salario equivalente en dólares que cobraba un trabajador al final de su último mandato de gobierno allá por el año 2015. Olvidó explicar que la brecha entre el tipo de cambio oficial de aquel momento y el dólar libre superaba el 80% y que este atraso cambiario para simular salarios en dólares más elevados se pudo hacer gracias a haber sumergido a la Argentina en un estancamiento crónico desde el año 2011, en la falta de creación de empleo, en haber dilapidado todas las reservas del Banco Central de la República Argentina y en haber pulverizado cuanto recurso público le pasó por sus manos.
Luego habló de la participación de los trabajadores en el producto bruto interno, de la inflación y hasta se animó a pedir un bono de suma fija para todos los trabajadores. Se ve que sigue sin percibir que ella es parte del actual Gobierno.
Si bien escuchar a Cristina Fernández de Kirchner suele ser repetitivo, siempre genera expectativa por ser ella misma Gobierno y oposición, toda una rareza de la política argentina. Si lo que expresa es lo que efectivamente piensa, entonces efectivamente en la vicepresidente no hay nada que pueda colaborar para que Argentina intente correrse por un instante de su acelerado camino a la más absoluta decadencia. No se puede gobernar estando tan desconectado de la realidad del país que se gobierna. Fin.