El muro de contención que el Gobierno está obligado a ponerle a la salida de dólares se comienza a sentir también en algunos sectores que precisan de esas divisas para comprar insumos en el exterior. En ninguno de ellos todavía se animan a hablar de faltantes o desabastecimiento, pero sí advierten que el nivel de aprovisionamiento no es ni el ideal ni el que acostumbran a tener. Sectores como el calzado, el café, los neumáticos e incluso el real estate destinado a compradores de buen poder adquisitivo, son algunos de los que más están sintiendo las complicaciones para importar.

El cafetero es un segmento que depende 100% de las importaciones. En la Argentina no se produce, por lo que todo lo que llega al país se compra en el exterior. Hoy no hay faltantes, aunque las fuentes del sector consultadas por NA apuntan que “estamos muy cortos de productos”.

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“Por el momento no hablamos de desabastecimiento pero sí de complicaciones que se hacen cada vez más notorias”, sostuvieron.

En este sentido, el sector viene manteniendo conversaciones con el Banco Central para intentar excluir al café de la obligación del listado de rubros con limitaciones para importar productos. “Sería algo similar a lo que ocurre con los hidrocarburos. Nuestra industria mueve mucho trabajo, y si no se hace algo estaremos en problemas”, dijeron las fuentes.

Una vez que llega al país, en el formato de grano, en la Argentina se trabaja en cuestiones como el tostado, el blend o el envasado.

El pedido del sector no va por el lado de incrementar el volumen que hoy se compra en el exterior, sino porque se permita mejorar el volumen de dinero implicado en esas operaciones, ya que el precio internacional del café subió 100%, a lo que se le debe sumar el encarecimiento de los fletes.

En la Argentina se consumen cerca de 45 millones de kilos al año, es decir tan solo un kilo anual por persona.

El sector del calzado es otro de los que siente las restricciones a la salida de dólares. Desde ya, quienes más sufren esta situación son los que importan los calzados ya terminados, aunque los fabricantes nacionales también ven inconvenientes.

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Según comentó a NA Laura Barabas, gerenta de la Cámara de la Industria del Calzado (CIC), sus proveedores presentan inconvenientes con algunos de los insumos que suelen utilizar.

Se ven ciertos problemas con algunos artículos para confeccionar la capellada –como se llama a la parte superior de un calzado-, aunque por lo general se suelen resolver. Mientras se trate de productos para confeccionar en la Argentina, si hay problemas son más fáciles de resolver. Ahora, si hablamos de productos terminados, ya es otra cosa”, explicó la directiva.

El de los neumáticos es un segmento que pasa por un momento complejo. Las complicaciones se comenzaron a observar hace un año y fueron empeorando de forma progresiva, hasta llegar a la situación actual en la que es muy difícil no solo encontrar algunos modelos, sino también precios.

En este sentido, los fabricantes apuntan, por ejemplo, que entre el último trimestre del año pasado y hoy los valores como mínimo se duplicaron, y para autos de porte mediano un neumático de gama medio-alta puede costar entre $ 45.000 y $ 50.000. Estos precios, de todos modos, pueden incluso ser mayores ante la falta de mercadería, ya que la recomposición de los stocks puede demorar hasta cuatro meses.

En el mercado estiman que la mitad de los productos de mayor demanda en la Argentina hoy tienen problemas de oferta, lo que impulsa no solo sus precios hacia arriba, sino también la de aquellos neumáticos menos pedidos, ya que finalmente terminan siendo compradas ante la ausencia de las otras. Para este sector, la situación de las importaciones es fundamental ya que se nutre prácticamente en su totalidad de las compras en el exterior, desde donde llega más del 80% de los neumáticos que se consumen en el mercado local. El 20% de origen nacional está cubierto por solo tres empresas: Fate, Pirelli y Bridgestone.

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Más arriba de la pirámide de consumo también se dan problemas de abastecimiento por el cuidado de los dólares para importar. Este es caso del segmento ABC1 de Real Estate, que muestra inconvenientes para acceder a la compra en el exterior de productos como cerámicas, grifería, aberturas, ascensores o amoblamiento.

De hecho, los desarrolladores que se dedican a este segmento de emprendimientos –con valores de unos US$ 4.000 por metro cuadrado, cerca del 10% del mercado- hoy no están en condiciones de comprometerse con los tiempos de entrega ante la incertidumbre de si podrán o no conseguir los materiales comprometidos.

Si se miran las cifras oficiales no se verifica una caída importante de las importaciones. En 2021 alcanzaron los US$ 63.184 millones, contra los, por ejemplo, casi US$ 67 millones registrados en 2017, y desde los US$ 49.000 millones de 2019.

El Banco Central, mientras tanto, niega de forma sistemática la palabra “cerrojo” y hace hincapié en el trabajo entre el BCRA y cada sector, aunque siempre con la idea de favorecer la producción nacional, siempre y cuando se cumplan con las presentaciones y las condiciones establecidas.

Los datos de la entidad, en este sentido, muestran que en enero último las importaciones alcanzaron los US$ 5.272 millones, un 37% por encima de los US$ 3.844 millones de igual mes de 2021. Del mismo modo se evidenció un crecimiento de casi 60% si la comparación se realiza en base a diciembre de 2021 y el mismo mes de 2020: US$ 6.216 millones, contra US$ 3.908 millones.