Esta semana Boca Juniors tiene una especie de final contra Argentinos Juniors por Copa Argentina, en la búsqueda de ganar algún torneo en un año que no fue de lo mejor para el conjunto de La Ribera.

A tres días de ese trascendental partido, el clima no parece ser el mejor. Ayer, luego de la derrota frente a Gimnasia de La Plata, Juan Román Riquelme hizo bajar del micro que trasladaba a los jugadores al hotel donde realizaron la concentración. 

Luego del partido, Riquelme habló con la prensa y aseguró que "hoy le fui a agradecer a los chicos porque están haciendo un esfuerzo muy grande", y añadió: "No nos dieron muchas chances de participar en el torneo porque pasó lo de Mineiro y después nos hicieron jugar con los chicos".

Con respecto al partido, opinó: "El primer tiempo no fue bueno, pero el segundo todo lo contrario y se han errado muchos goles".

LEER MÁS: Boca se mostró deslucido y Gimnasia le ganó 1 a 0 en La Bombonera

De todas maneras, las razones por las que se habla del enojo del vice de Boca pueden encontrarse en la deslucida imagen del equipo, que la semana pasada había sufrido un duro golpe al caer 2-0 contra Vélez, y en el hecho de que, por el momento, no estarían ingresando a la Copa Libertadores del 2022: el último que clasificaría según la tabla anual es Talleres, que se encuentra cuatro puntos por encima de Boca a falta de seis fechas para el final del torneo.

Por esto, el partido contra Argentinos Juniors por las semis de la Copa Argentina será como una final, donde Boca buscará seguir en búsqueda del boleto a la Libertadores que se le entrega al campeón.

Luego de las últimas derrotas, habrá que esperar al miércoles para conocer el efecto de la charla de Riquelme.