Se habló mucho de la cantidad de jugadores argentinos que debutaban en el Mundial pero poco se dijo del cuerpo técnico, que también tiene su primera cita en una Copa del Mundo en el rol de conductores. Con esto queremos decir que Lionel Scaloni está haciendo una Maestría en dirección técnica en el torneo de selecciones más importante del mundo.

Y frente a la cita final de la zona de grupos ante Polonia, al entrenador y sus ayudantes se le plantean dos escenarios claros:

a) ¿Respeta la historia de los jugadores que le dieron mejores resultados y que los trajo hasta acá?

b) ¿Aprovecha el buen momento de algunos jugadores y los pone de arranque para darle un soplo de aire fresco al equipo?

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No es fácil la decisión. Si se inclina por la opción A", Scaloni tiene en la manga la posibilidad de cambiar en el segundo tiempo en caso de que las cosas se compliquen. Y si elige la variante "B" puede tener un arranque más eficaz, pero se quedaría con menos posibilidades de cambiar la escena si por alguna razón inesperada el partido aparece complicado.

La opción "A" indica que Argentina debería jugar con: Emiliano "Dibu" Martínez; Gonzalo Montiel o Nahuel Molina, Nicolás Otamendi, Lisandro Martínez y Marcos Acuña o Nicolás Tagliafico; Rodrigo De Paul, Leandro Paredes y Alexis Mac Allister; Lionel Messi; Ángel Di María y Lautaro Martínez. Es el clásico 4-3-1-2.

Esta formación garantiza mayor experiencia, más control de pelota y jugadores que se conocen, pero tiene poca altura para pelear las pelotas paradas en el área propia.

La "B" establece otros jugadores y otra estrategia. "Dibu" Martínez; Otamendi, Cristian "Cuti" Romero y Lisandro Martínez; Montiel o Molina, Mac Allister y Acuña; De Paul, Messi y Di María; Lautaro Martínez. Aquí se presenta un 3-3-3-1.

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En este caso hay más peso para defender los centros en el área propia, mayor cobertura de todos los sectores del campo, especialmente los que Polonia usa como transición para lanzar pelotazos al vacío, y más equilibrio de tres cuartos de cancha para atrás. La desventaja es que Di María regresaría a un lugar que no le es natural (la izquierda) y además se dependería mucho del rendimiento de los externos (los marcadores de punta y De Paul) para copar la zona.

También existe una opción "C" que incluya el ingreso de Enzo Fernández, el chico maravilla que piden todos, pero me parece que todavía no es el momento de lanzarlo a la cancha desde el arranque, especialmente por la frescura que le puede dar al equipo en los segundos 45 minutos. Hay algo que muchos hinchas no consideran: los partidos duran 90 minutos y en los segundos tiempos es cuando se marca la diferencia decisiva. Recuerden los partidos de Argentina contra Arabia y México y me darán la razón.

No tengo dudas de que estos son los asuntos que desvelan a Scaloni y a su cuerpo técnico. Todo tiene sus pros y sus contras. Tal vez mañana tengamos algunas certezas para saber cómo viene la mano. Sea como fuere, con la opción "A" o la "B", queda la seguridad que Argentina, en términos normales, no debería tener problemas para ganarle a Polonia. El asunto es: ¿Cuáles son los términos normales?