Los 22 detenidos por los disturbios en el ingreso al superclásico entre River Plate y Boca Juniors del domingo pasado quedaron en libertad pero se les aplicará el “derecho de admisión” en partidos de fútbol.

Al mismo tiempo, los investigadores evaluaban el material secuestrado en el Estado Monumental, la documentación sobre la organización del acontecimiento, las cámaras de seguridad y el operativo de seguridad para deslindar responsabilidades.

En ese abanico de posibilidades, no descartaron la clausura total o parcial del estadio para próximos encuentros que el equipo de Núñez deba disputar como local.

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Fuentes del Ministerio Público Fiscal porteño revelaron que los procedimientos de ayer en el Estado Monumental no fueron “allanamientos” sino órdenes de presentación, a las que la Comisión Directiva de River prestó colaboración.

Entre los elementos secuestrados figuran los restos de dos bengalas marinas, una en la tribuna Sívori Alta y otro en la Baja.

“Sobre lo secuestrado se mantiene la reserva porque es objeto de análisis de la investigación que lleva a cabo por la fiscalía especializada”, indicaron las fuentes.

Respecto de los 22 detenidos, en principio se trata de personas sin antecedentes penales ni vínculos conocidos con la interna de la Barra Brava de River Plate, que recrudeció en las últimas semanas.

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Un último detenido que permanecía en la Unidad Fiscal Norte también fue excarcelado en las próximas horas.

La fiscalía especializada en eventos deportivos, a cargo de la fiscal Celsa Ramírez, debe aún resolver la situación de cada uno de ellos en relación con los eventuales delitos y contravenciones que pudieron haber cometido.