Andy Warhol: cómo fue la polémica vida del artista más icónico del pop art
Fue uno de los más importantes y, a 35 años de su muerte, todavía es de los más deseados por los coleccionistas millonarios del mundo.
El controvertido y excéntrico Andy Warhol fue uno de los artistas más destacados del siglo XX. Se convirtió en el más icónico del pop art, ya que a través de sus obras, hacía una crítica a la superficialidad de la sociedad de consumo norteamericana (como por ejemplo, las serigrafías en los rostros de las estrellas de cine más famosas de ese momento o las obras con latas de sopa Campbell’s).
A 35 años de su fallecimiento, continúa siendo uno de los artistas más queridos por los coleccionistas del mundo. Esto quedó demostrado en 2021, cuando integró el Big Six (grupo selecto de los más caros en récord de subastas) junto a Claude Monet, Vincent van Gogh, Pablo Picasso, Jean-Michel Basquiat y Gerhard Richter.
Sus inicios
Nacido un 6 de agosto de 1928, en Pensilvania, su infancia estuvo marcada por una enfermedad neurológica llamada “La corea de Syndeham” (la cual le provocaba convulsiones involuntarias y manchas rosadas en la piel).
Esta afección hizo que Warhol tuviera que pasar largas temporadas en hospitales o en su casa, donde empezó a distraerse con diferentes actividades para pasar el rato. Una de ellas fue el arte: comenzó a dibujar y coleccionar fotos de los protagonistas de los cortometrajes televisivos más famosos de ese entonces.
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Al pasar los años, la Gran Depresión arruinó a la familia de Andy. Pero, en 1934, su padre logró encontrar un trabajo como obrero de la construcción y eso hizo que se pudieran mudar a un barrio mejor. Allí, en 1945, Warhol se graduó en la Schenley High School y ganó el premio Scholastic Art and Writing (competencia que premiaba a jóvenes talentos en el campo del arte y la narrativa).
Este reconocimiento generó en Andy las ganas de convertirse en profesor de arte. Es por eso que empezó a estudiar educación artística en la Universidad de Pittsburgh, aunque finalmente se matriculó en la Carnegie Mellon University, donde estudió Arte Comercial.
Primeros trabajos
Una vez obtenida su licenciatura de Diseño Artístico, Warhol se mudó a Nueva York para dedicarse al arte comercial y publicitario. A finales de 1940, realizó el diseño de unos zapatos para la revista Glamour y en la década de los años cincuenta, trabajó como diseñador para la prestigiosa firma de calzado Israel Miller.
Según confesó el fotógrafo estadounidense John Coplans, “nadie dibujaba zapatos como lo hacía Andy. De alguna manera dio a cada zapato un temperamento propio, una especie de sofisticación astuta de Toulouse-Lautrec, pero la forma y el estilo se transmitieron con precisión y la hebilla siempre estaba en el lugar correcto”.
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Mientras se dedicaba a la industria del calzado, el artista desarrolló una técnica que posteriormente lo hizo famoso, conocida como “línea seca”. La misma, consistía en aplicar tinta en un papel y luego, secarla mientras aún estaba húmeda. Esto permitía repetir una imagen básica tantas veces como quería y crear diferentes variaciones del original.
A partir de esa innovación, Warhol se convirtió en el diseñador más buscado por las grandes firmas (dentro de ellas, estaban Columbia Records, Vogue o Tiffany & Co.).
El estrellato máximo
Para 1952, la Hugo Gallery de Nueva York organizó la primera exposición del artista, llamada “Quince dibujos basados en la obra de Truman Capote”. Durante los años siguientes, sus diseños se transformaron porque había incorporado algunas de sus técnicas fotográficas que había descubierto durante su etapa publicitaria.
Tras ver que Warhol desbordaba talento artístico, los expertos del Museo de Arte Moderno de Nueva York (MoMA) decidió incluir una obra suya en una exposición colectiva.
Para 1963, inauguró un estudio de arte llamado “The Factory” (en español, “La Fábrica”). Éste estaba ubicado en la quinta planta del número 231 de la calle 47 Este en Midtown, Manhattan (Nueva York, Estados Unidos). Además de ser conocido por producir arte de la misma manera que una fábrica produce objetos en cadena, también lo era porque se hacían grandes fiestas llenas de celebridades.
En ese entonces, entre 1960 y 1970, creó algunas de sus obras más icónicas que son reconocidas hasta la actualidad: la obra con latas de sopa Campbell’s (compuesta por 32 lienzos) y el Díptico de Marilyn Monroe (que contiene 50 imágenes de la intérprete).
"Latas de sopa Campbell", por Andy Warhol.
Su repentina muerte
En 1967, una mujer llamada Valerie Solanas le presentó el guion de una obra de teatro escrita por ella. Pero el artista perdió el manuscrito entre una multitud de textos que tenía por leer; para disculparse, le ofreció un papel en su película “Yo, un hombre” (ya que, además de sus obras plásticas, incursionó en el cine como director).
Al principio, la mujer pareció aceptar, pero luego amenazó y acusó violentamente a Warhol. Esto generó que, el 3 de junio de 1968, Solanas entrase a La Fábrica para dispararle varias veces a Warhol y a Mario Amaya, un crítico de arte que se encontraba en el lugar.
El artista sobrevivió a las graves heridas causadas por los disparos, aunque afectaron sus pulmones, el bazo y el esófago. Tras esto, pasó el resto de su vida entre grandes sufrimientos, tanto físicos como mentales. A su vez, Solanas fue diagnosticada con esquizofrenia y pasó tres años en prisión, acusada de agresión temeraria.
A partir de allí, la salud de Warhol comenzó a deteriorarse. En 1973, sufrió fuertes dolores causados por cálculos biliares. A finales de 1986, había empeorado y, para 1987, unas pruebas confirmaron que su vesícula biliar estaba gravemente dañada.
Los médicos le habían comunicado que era necesario extirparla, porque de no hacerlo se iba a gangrenar y eso le causaría la muerte. Tras esto, se sometió a una intervención de cinco horas. Y cuando parecía que iba a recuperarse, experimentó una repentina arritmia que terminó por quitarle la vida.
El 22 de febrero de 1987, con 58 años, falleció en el Hospital de Nueva York. El icónico artista fue enterrado con su característica peluca plateada y sus gafas de sol, junto a sus padres, en el cementerio católico bizantino de San Juan Bautista, en Pittsburgh.