Bill Gates es posiblemente una de las personas que más influencia ha tenido en los últimos años. El fundador de Microsoft destaca a la hora de predecir cuáles son los retos que se van a encontrar en el futuro como especie, incluyendo los trabajos del futuro o el impacto que tendrá IA en la vida diaria. Pero también destaca como coach, dando consejos y charlas para tratar de enseñar al resto el camino que a él le llevó al éxito.

El portal Jeux Video ha recopilado ahora tres consejos que permitirán saber mucho más sobre cómo piensa el gran magnate del a tecnología.

Hacer las preguntas correctas

Para Bill Gates, hacer las preguntas correctas es más importante que encontrar las respuestas. Las preguntas configuran la manera en la que se percibe la realidad, y las respuestas le dan más volumen. Si se hacen las preguntas adecuadas, se puede encontrar esas soluciones con facilidad. Por este motivo, hay dos preguntas que siempre deben estar presentes en la mente cuando se lanza una investigación:

  • Quién ha abordado el problema antes.
  • Qué se puede aprender de esas personas.

De acuerdo con Bill Gates, es la manera en la que se pueden llegar a solucionar grandes problemas. De hecho, no es algo extraño, ya que una de las principales bases del método científico consiste en conocer bien el estado de la cuestión. Al fin y al cabo, los científicos enuncian una duda y a partir de ella buscan respuestas, pero el primer paso siempre está en tratar de recopilar el saber de los que llegaron antes que ellos.

Aprender a decir no: el tiempo es lo primero

Siguiendo esta premisa, Gates quería ser exitoso de verdad, así que se preguntó en quién se podía fijar para ello y la respuesta recayó en la figura de Warren Buffet. El magnate de las inversiones decía que no a casi todo. Así, no se llenaba el tiempo de obligaciones, sino que era capaz de dedicar días enteros directamente a reflexionar y a descansar de ese tipo de citas que le minaban el tiempo y el esfuerzo.

El camino para seguir a estaba marcado. Así que solo quedaba aprender a decir que no para no embarcarte en viajes que pueden desviar de la verdadera meta y que no permitan aprender por el camino**. Así, aunque choca de forma frontal con lo que otros defienden, prioriza aquellas tareas que pueden terminarse pronto.

Confía en la gente

El hombre no es un lobo para el hombre. La máxima de Thomas Hobbes debe quedar en desuso. Bill Gates lo aprendió por el mal camino, siendo un jefe bastante tiránico al que todos temían. Sin embargo, con el paso del tiempo reconoció sus mayores errores y trató de subsanarlos para lograr convertirse en una más apta para relacionarse con otras personas que tenían sus propias necesidades, dudas e inquietudes.

Ahora, cree que los trabajadores no deben darlo todo por empresas que no son las suyas. Así que lo que hay que hacer es potenciar la empatía y tratar de mejorar los proyectos construyéndolos desde la confianza en las personas.