Un fiscal solicitó que la causa por la violación grupal en Palermo ocurrida en febrero de este año sea elevada a juicio oral. En este caso los seis detenidos tendrán la misma responsabilidad y serán juzgados por abuso sexual agravado y lesiones sufridas por un testigo del hecho.

En su pedido el fiscal Eduardo Rosende sostuvo que el grupo ideó “un plan previo, con acuerdo de voluntades y roles” y cuyo fin era “turnarse” para agredir sexualmente a la víctima.

Los seis detenidos por la violación son: Ángel Ramos, de 23 años; Lautaro Ciongo Pasotti, de 24; Steven Cuzzoni, de 20; Franco Lykan, 23; Thomas Domínguez, de 21, e Ignacio Retondo, de 23.

Actualmente todos cumplen prisión preventiva pese a que muchos indican que no fueron parte del siniestro hecho. En la reconstrucción las autoridades manifestaron que cuando cerró el boliche la víctima, un amigo y otras personas más anduvieron por el barrio hasta llegar a la plaza “Ferroviaria”, y allí “contaron chistes, escucharon música, cantaron y charlaron; algunos bebieron cervezas en lata y fumaron marihuana”.

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Las cámaras de la zona pudieron ayudar a reconstruir los hechos

Rosende puntualizó en su escrito que a partir de las 14.45, “todos los imputados se dirigieron junto a la víctima hacia el automóvil Volkswagen Gol” y ahí mismo “se produjeron y definieron las agresiones sexuales más graves contra la damnificada, que venían gestándose por varias horas, en forma organizada y conjunta por los acusados. Todos juntos, alrededor de la damnificada, actuaron entrelazados para terminar de arrasar su integridad sexual”.

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En la declaración la víctima sostuvo en todo momento que nunca hubo consentimiento de su parte, por lo que Rosende señaló que los acusados llevaron a cabo el abuso “en aras de satisfacer sus deseos libidinosos con una víctima que no estaba en condiciones de dar ningún consentimiento, ya que tenía alcohol, marihuana y anfetaminas en su organismo”.

Pese a que dos de los seis acusados quedaron comprometidos por los resultados de ADN de la ropa interior de la joven, todos recibirían la misma condena si se los encuentra culpables. Sumado a ello se encontró patrón genético bajo las uñas de la víctima lo que indica que “se resistió al acto sexual”.

Con respecto a la imputación por lesiones a un testigo de la violación, el fiscal señala que la agresión les permitía “asegurarse de que el ataque sexual se perpetrara tal cual se cometió y no fuera advertido por vecinos o transeúnte alguno”.