La Organización Mundial de la Salud (OMS) enfatiza la importancia de revisar las vacunas obligatorias y recomendadas según el destino del viaje. Para eso, es importante consultar con el médico de cabecera cuáles son las que deben aplicarse para cada destino.

Con la llegada de las vacaciones y el incremento de viajes a destinos como Brasil, Uruguay y otros países de la región, especialistas en salud destacan la relevancia de mantener actualizado el calendario de vacunación e incorporar otras vacunas que no están incluidas. Al planificar las vacaciones, es importante estar al tanto de las vacunas que se requieren en cada destino y consultar al médico para estar al día, ya que, de esta manera, los viajes serán una experiencia más segura y positiva para todos.

Las playas de los países vecinos se encuentran entre las favoritas de los argentinos y se posicionan como las protagonistas para este verano 2025. En ese sentido, hay algunas recomendaciones a tener en cuenta antes de cruzar la frontera para evitar ciertos riesgos para la salud. Lo más importante es revisar y actualizar el calendario de vacunación.

Se debe considerar que algunas vacunas requieren un tiempo para generar inmunidad, por lo que resulta clave planificar con antelación. Además, mantenerse al día con las vacunas refuerza la prevención, no solo de las patologías de los destinos vacacionales, sino también de las del propio país de origen.

“La vacunación en general evita entre dos y tres millones de muertes cada año y aun así hay 15 millones de chicos sin vacunar en la región”, sostiene el doctor Fernando Burgos (M.N 81.759), miembro del Departamento Científico de la Fundación Vacunar, en referencia la baja tasa de vacunación que se detectó en todo el Cono Sur. Teniendo en cuenta este contexto, la vacuna contra el meningococo es crucial para niños y jóvenes, ya que resulta imprescindible para lugares donde se han registrado brotes recientes, como en Uruguay.

En particular, lo que más le preocupa a los expertos sobre la meningitis es el aumento de la mortalidad. En Uruguay, las cifras se incrementaron, ya que, mientras que en 2023 hubo un total de 29 casos y dos fallecidos -dando un índice de letalidad del 8,3%, para la semana 38 de 2024 los enfermos fueron 35, de los cuales ocho murieron, lo que implicó una letalidad del 23%.

De hecho, la Comisión Nacional Asesora de Inmunizaciones (CNAV) del país vecino recomendó la inclusión de vacunas contra esta enfermedad en el esquema nacional de vacunación, tanto contra el serogrupo B como para los A, C, Y y W3. Incluso, en otros países de la región y de gran afluencia turística como Brasil, desde 2003 se registraron brotes en algunas zonas como el estado de Algoas y el estado de Pará, reforzando la necesidad de una cobertura extensiva de prevención.

El mayor problema que presenta la enfermedad meningocócica es que sus primeros síntomas muchas veces no son tratados debidamente porque son comunes a otras afecciones, por lo que la intervención médica se produce en forma tardía. Algunas de sus manifestaciones más frecuentes son fiebre, irritabilidad, cuello rígido, diarrea, somnolencia, rechazo a la luz, dolor de cabeza y náuseas o vómitos.

En el caso de la meningitis bacteriana, una vez que las bacterias ingresan al cuerpo, pueden multiplicarse y propagarse rápidamente a través del torrente sanguíneo, lo que, en algunos casos, puede llevar a una inflamación grave de las meninges, que son las membranas que recubren el cerebro y la médula espinal.

Como afirma Rodolfo Villena, jefe del Departamento de Infectología del Hospital de Niños Dr. Exequiel González Cortés de Chile, “vacunar a los niños y adolescentes es la única forma de hacer frente a la meningitis, una enfermedad que deja consecuencias muy graves y que puede ser mortal si no se la trata a tiempo”. El experto, además, recomienda tomar medidas preventivas como el lavado de manos frecuente.